martes, 24 de abril de 2007

Joaquín Lera-Síntesis


Sé que alguno de vosotros pensará, “este tío sólo escribe de los discos de sus amigos”, pues no es cierto, el que piense eso estará equivocado, ya que la relación personal con todos ellos ha surgido posteriormente a la admiración que durante años he tenido por su música.

En este caso concreto, la cosa está clara, escuché por primera vez a Joaquín Lera cantar en directo hace más de 25 años, mientras que nuestra reciente amistad se remonta a hace tan sólo unos 3 años, es más, casi toda la música que tengo suya, ya la había comprado hace tiempo. Al pensar en hablar de un disco de Joaquín, en vez de decantarme por “Cometas”, su más reciente trabajo, me he decantado por “Síntesis” por varios motivos, el primero ha sido porque “Síntesis” me lo compré hace 10 años, cuando salió a la venta, mientras que “Cometas” me lo ha regalado Joaquín, ya siendo amigos, por lo que quise que primara en esta crónica el gusto musical por encima de la amistad. El segundo de los motivos es porque he tenido más años para escucharlo, por lo tanto lo conozco mejor y me gusta algo más.

La primera vez que escuché a Joaquín, me pareció un fuera de serie, con una magnífica voz, unas estupendas canciones, frescas y con mensaje y con una sorprendente forma de tocar la guitarra, ya que es zurdo, toca con la izquierda, pero con una guitarra de diestro, es decir, con el bordón abajo y la prima arriba. Os podéis imaginar que los acordes se convierten en algo surrealista. Tan sólo conozco otro caso de alguien que toque así la guitarra, se trata del cubano Santiago Feliú.

Joaquín además de cantautor, es un excelente músico de estudio, ha elaborado infinidad de trabajos para series, para publicidad y para distintos medios, ha compuesto una gran cantidad de canciones por encargo para otros músicos. Cuando Joaquín Sabina decidió cortarse el pelo, afeitarse la barba y ponerse frente al espejo con aquella pistola en la sien en “Ruleta rusa”, allí estaba Joaquín para cantar con él en “Eh, Sabina” y "Pisa el acelerador".

Han cantado canciones suyas gente como Manolo Tena, Sergio y Estíbaliz, Danny Daniel, Joaquín Sabina, Alberto Cortez, etc.

Mocedades grabó varias canciones suyas, llegando a obtener un disco de oro con “Sobreviviremos”, que fue uno de los grandes éxitos del grupo.

Este es un disco con unas excelentes canciones, prácticamente no hay ninguna canción “descartable”. Yo suelo considerar que un disco es “magnífico” cuando llego a encontrarme 2 ó 3 canciones de las que considero “fueras de serie”, pues bien, en este disco tenemos al menos 5 canciones de las de primerísimo nivel, como “Comprometido”, “Delicadeza”, “Calle Preciados”, “Un puñadito de cosas” o “Pagaré”.

Las colaboraciones son impresionantes, participan los tres hermanos de Joaquín que le acompañaron en el grupo “Ventolera” a mediados de los ochenta, Justo, Héctor y Carlos Lera. Cantantes de primer nivel como Luis Farnós (el mecánico del swing), Manolo Tena o Juan Antonio Muriel (autor junto a Sabina de “Princesa”) ponen sus voces en este proyecto junto a Pilar Carbajo (exviceversa de Sabina) , Rosalía Fernández, Nieves Fernández, Chelo Lera y Lu Garx, como músicos, además de los mencionados, nos encontramos con gente del nivel de Jaime Ortega, Eduardo Barbero, José Manuel Lorenzo, Toni Moltó, José Luis Torres, Tito Duarte, Juanjo Solana, José Mari Guzmán y Pepe Marchante.

Los temas son:
1- Los Internautas
2- Comprometido
3- Vacaciones sin maleta
4- Delicadeza
5- La semilla de un poema
6- Que si tú, que si yo
7- Calle Preciados
8- Edison Blues
9- Sirenita de ébano
10- Todos tienen pies
11- Un puñadito de cosas
12- Se salen del tiesto
13- Pagaré
14- Clónicos
15- Alma

Un magnífico disco, lleno de cariño, delicadeza, mestizaje de ritmos y sonidos, tan sólo por escuchar las voces africanas de Héctor, hermano de Joaquín o el “bolerazo” titulado “Un puñadito de cosas”, mereció haberse gastado el dinero en este disco. Por fortuna ya los discos en CD no se rayan de tanto oírlos. Por cierto, este el primer disco del que hablo que fue editado en CD, ¡qué moderno me estoy volviendo!.

Francisco Espinosa

domingo, 22 de abril de 2007

Hilario Camacho-No cambies por nada



Hilario ha sido uno de los más grandes cantautores de este país. Su todavía reciente fallecimiento consternó a gran parte del mundo de la música, por lo inesperado y por lo enigmático de su despedida. Quizás la gran pregunta de su adiós nunca se pueda responder; quizás es que las preguntas que de verdad importan nunca tienen respuesta. Es igual. Por fortuna, Hilario, no se fue del todo, permanecerá por siempre -además de en el corazón de todos aquellos que le amaron y apreciaron- en la memoria colectiva de este país, por haber sido el autor de temas tan perfectos y emblemáticos de la canción de autor como "tristeza de amor" o "Madrid amanece" o "negra noche" por mencionar solamente algunos.

Cuando se publicó en el 2003 "no cambies por nada" (para muchos el verdadero último disco del cantautor) Hilario Camacho llevaba cinco años sin publicar un disco de estudio, aunque, bien es cierto, que, habían salido a la venta un par de recopilatorios con lo más conocido, o clásico, de su repertorio. Este disco supone un cambio de estilo y de intenciones con respecto a su obra anterior, pero supone, además, un punto de inflexión extraño en el sentido de que Hilario -que acababa de pasar por una separación sentimental- se encontraba sereno y relajado (no fue una separación traumática como él declaró en una entevista: quedaron como amigos) y con muchas ganas de reinventar su propio personaje otra vez. Para ello, Hilario echó mano tanto del sello de nueva creación Kainós, como de un productor, Joss, vinculado a la música dance, a la electrónica (un maquinitas, decía de él Hilario). Esto representa una pequeña revolución en el sonido, digamos "clásico" de Hilario, y no pudo ser más acertado...

En la producción -que con cierta ironía según veo se titula "no cambies por nada"- aparecen por vez primera samplers (muestras) y programaciones, pero también una gran preponderancia de guitarras, españolas, acústicas y eléctricas. No en vano, en el disco toca Antonio Amores "woody", un guitarrista de campeonato, que se adaptaba como un guante a la música y al modo de trabajar de Hilario, y con quien compartió muchos y muy memorables conciertos. En cuanto a las letras, también se detecta un tono de optimismo y de alegría vital, de amor por el amor y hacia el amor, que expresan un sentir, un humor amable en claro contraste con otros trabajos mucho mas melancólicos previos del cantautor. El toque electrónico también se deja ver en las fotos -excelente trabajo de Antonio del Junco "Toi" por cierto- en las que vemos un minimalismo frío y una devoción por el negro dignas del más radical grupo de krautrock setentero alemán; Hilario parece una especie de profeta del cantautorismo del nuevo milenio, todo cuero y elegancia, piel y sobriedad, temperamento y saber estar (en el 2004, cuando conocí a Hilario, me confesaba su admiración por la estética de Gary Numan).

Cortes:

1.- Te llevo dentro
2.- No cambies por nada
3.- Eclipse lunar
4.- Donde tu amor me lleva
5.- Noches de fuego
6.- Clave secreta
7.- El lado bueno de la vida
8.- Labios que besan
9.- Di que sí
10.- Y así te ví volver
11.- Un hombre en la ciudad

El disco empieza con una versión de un tema del "punta paloma" de Kiko Veneno. Sigue el que da título al cd "no cambies por nada" en que rapea el propio Kiko con su peculiar manera de cantar. En seguida llega una canción de amor sublime que no me canso de oir; se trata de "donde tu amor me lleva". Una melodía redonda, rotunda, una delicia de voz, una letra que es una poesía como un pino de grande. El sexto tema es por derecho un clásico del cancionero hilariano a pesar de su relativa juventud: "clave secreta". Dice la letra entre otras, cosas como estas:

"La vida es el tiempo
que fluye en mis venas,
libertad y condena,
la vida es amor."

Un tema en el que se preguntaba por lo que somos cada uno de nosotros, especialmente para nosotros mismos, ahí es nada. Una canción profunda y vertiginosa como una ignota sima abisal. Una joya... Tras otras propuestas, en verdad alegres y esperanzadoras, reflejo del estado de ánimo de Hilario, cierra el album una delicada adaptación de un fado del gran fadista portugués Carlos do Carmo. La sencillez del arreglo colabora a que la canción -cantada con la impecabilidad marca de la casa- componga una despedida de una majestuosidad sin límite.

Para mi este cd es muy especial. Es un disco que me sube la adrenalina vital y renueva mis energías cotidianas. Es un cd que me sirve de referencia continua dada la maestría con que está realizado. Pero, sobre todo, es un disco al que guardo un cariño inmenso por cuanto que lo tengo dedicado por el propio Hilario. Porque, y parece que fue ayer, estuvo en sus manos durante los breves momentos en que trazaba la dedicatoria y su firma. No olvidaré nunca ese día, cuando le conocí, cuando vino a ayudarnos, a apoyarnos -a un grupo de jóvenes cantautores- de forma totalmente desinteresada y con la generosidad de que siempre hizo gala. Gracias maestro. Gracias otra vez, estés donde estés.

abuineitor

viernes, 20 de abril de 2007

Gato Pérez-Sus primeros años en discos EMI



LAS GARRAS DEL GATO

La última vez que estuve con Gato Pérez fue cenando en un restaurante de Las Ramblas, abajo a la izquierda, famoso por su envidiable cocina. Al salir del local con Antonio Resines (el cantautor, no el actor, que habrá que aclararlo muchas veces) e intentar entrar en el coche que teníamos aparcado allí cerca, se nos acercaron dos muchachas, casi adolescentes, que intentaron convencernos de mantener con ellas comercial carnal por un módico estipendio. Las rechazamos, insistieron, y cómo yo era el que no conducía y quedaba por la parte de la acera, conmigo se cebaron metiéndome mano repetidas veces. Al final nos fuimos de allí, orgullosos de nuestra virtud y resistencia al pecado. Cual no sería mi sorpresa al día siguiente, al ir a pagar en el hotel, cuando comprobé que las dos mujeres me había birlado todos los billetes que llevaba en la cartera, que, sin embargo, no habían sacado de mi bolsillo. Ni que decir tiene que Resines se partió el pecho de risa.

Traigo aquí esta anécdota no para alabar las sin duda loables condiciones profesionales de las dos prostitutas, artistas del choriceo fino, tan preferible al robo a punta de navaja o al atraco a lo grande de los especuladores inmobiliarios, sino porque Gato Pérez fue un maestro en el arte de retratar en canciones ese mundo de la Barcelona suburbial y marginal al que pertenecían mis diestras ladronas.

Esta mal plagiar, aunque sea a uno mismo, pero es que no encuentro palabras más adecuadas para explicar esta condición de retratista urbano de Gato Pérez que las que escribí algo así como en 1984 en la revista “Música Popular”: “La rumba, y la muy particular maneta que tiene Gato Pérez de entenderla, y desarrollarla es algo más que un descubrimiento musical, es un elemento crucial en el entendimiento de su obra y hasta cierto punto una elección no sólo estética, sino también ética. Es la música de un sector social muy determinado, que queda perfectamente definido en sus canciones y alrededor del cual se estructura su alternativa artística y me atrevería decir que hasta vital. Es la representación de la Cataluña (el mundo) que ama Gato Pérez: la de los gitanos de los barrios marginales, la de los pageses, trabajadores noctámbulos, camioneros, travestis, rumberas, prostitutas, gente de la farándula, bares de mala nota, descargadores de muelle, taxistas, pequeños maleantes, que forman un microcosmos humano que lucha, como él mismo, por integrarse en una sociedad muchas veces clasista y hostil. Es la música de los siete barrios y del barrio chino, y él la plantea como una forma de tirar hacia delante con la vida, pisando el terreno de lo cotidiano, el del arte de todos los días”.

Aparte de un retratista preciso e inspirado del mundo que le rodeaba (de aquellas partes del mundo que él escogía para identificarse en ellas), Gato Pérez es probablemente uno de los mejores contadores de historias de la historia de la música popular, un férreo constructor de canciones, en textos y músicas, capaz de aunar estilos y formas estéticas diferentes para dar a luz un estilo personalísimo y único, el distintivo de los grandes artistas. Además, y escribiendo de esto podríamos desgastar por completo las teclas del ordenador, es, también probablemente, el cantautor que más y mejor ha reflexionado sobre su oficio y sobre su propio trabajo (“Gitanitos y morenos”, “Sabor de barrio”, “Orquesta de plata y oro”, etc…).

El 18 de octubre de 1990 un infarto mató a Gato en Caldes de Montbui. Aún no había pasado 40 años desde que nació en Bueno Aires el 11 de abril de 1951. Había llegado a Barcelona con 16 años y pronto se metió en el mundo de la música. Fue jefe de promoción de la discográfica catalana Edigsa, toco el bajo con La Trinca y montó varios conjuntos, comenzando a tener cierta resonancia con Slo-Blo, en el que, en compañía de su inseparable Rafael Zarita Zaragoza, hacía un country-rock de buen pulso. Grabó después dos discos formando parte de Secta Sónica, uno de los más interesantes grupos de lo que se llamo música laietana. Luego le dio tiempo a editar nueve discos en solitario.

En la antología que he escogido para poner música del Gato a este comentario (por lo demás el único CD suyo que he encontrado a la venta en unos grandes almacenes, lo que me apena y cabrea) se reúnen temas de tres discos que grabó en EMI: “Atalaya” (1981), “Prohibido maltratar a los gatos” (1982) y “Flaires de Barcelunya” (1982).

Aunque faltan canciones que a uno le gustaría que estuvieran, no sobra ninguna. Algunas de ellas (“Gitanitos y Morenos”, que es mucho más que un tema de baile que han adoptado todas las orquestas de España, “Ebrios de soledad”, un dolorido homenaje a la amistad, “Se fuerza la máquina”, premonitoria denuncia de la dura vida del músico, “Granito de Sal”, canto a una rumbera comparable al “Malena” de Homero Manzi y Lucio Demaré, o “La rumba de aquí”, estremecedor testimonio vital) rozan la obra maestra. El resto van de las excelentes a las buenas.

CD 1

1.- Gitanitos y morenos (Xavier P. Pérez/Francisco Gijón)
2.- El chocolate de Marcelino
3.- Mi perro
4.- La diputada
5.- Ebrios de soledad.
6.- Rumba Twist
7.- Tiene tumbao
8.- Orquesta de plata y oro
9.- Garrotín del Tránsito
10.- Se fuerza la máquina
11.- Atalaya
12.- Santa María (Popular de Puerto Rico)
13.- Granito de sal
14.- La rumba de aquí
15.- Vuelve el virus
16.- Encuentro cercano

CD 2

1.- Vino del sol
2.- Todo sexo femenino
3.- Quisiera ser poeta, quisiera ser cometa
4.- Tic-tac
5.- La luna en el mar
6.- Los favoritos
7.- Sin ser valiente
8.- Els morenus d’en Martínez
9.- L’hereu de Can Bruguera
10.- La dama d l’ovni
11.- Mariner de Rivera
12.- Tanguillu canicular
13.- Rumba Laietana
14.- Al carrer de la cera
15.- Senyor Botiguer (Jaume Sisa)
16.- Passejant pel Vallés
17.- BCN, BCN

La reedición, que cuenta con un buen folleto y con un texto de Antonio Subirana, aunque sin letras, la realizó Rama Lama Music (2002).

Antonio Gómez

Pedro Guerra-Bolsillos



La industria discográfica pone a veces uno de sus mayores acentos en crear artistas cliché, con actitudes cliché y que conecten con los gustos e incluso con la forma de pensamiento globalizado de la mayoría.

Muy listos no nos deben de considerar estos ejecutivos agresivos (o muy mal estamos haciendo nosotros el papel de consumidores de discos, pirateados o no), cuando la gran mayoría de las músicas con letra que escuchamos por la radio hablan de AMOR. Y no de amor universal, ni a la tierra, ni a nuestro amigo o hermano, sino sencillamente del tan traído amor de parejitas, del “sintinopuedovivir”, del “memueroportushuesosmorena”, del “besamecomomebesasteaquellanoche”; y además de la manera menos original posible.

Supongo que más de un productor considerará que la música sirve para poco más que para bailar o relajarnos después del duro batallar diario o en el mejor de los casos para mejor coger el sueño de las nocturnas horas.

¿No les parece contradictorio? Me explico y pongo un ejemplo con todos mis respetos a Bisbal, al que le deseo larga vida: “bulería bulería, corazón del alma mía!”...pero qué coño es eso? Qué tiene que ver la bulería con el corazón del alma mía? Qué alguien me lo explique! Acaso tiene más sentido hacernos cantar cosas incongruentes o cuando menos políticamente correctas? Acaso no nos representa más hablar de las hipotecas, de nuestra historia, de nuestro sentido del humor y, ¿por qué no? de la inmigración, de la desinformación, del conformismo político de las nuevas generaciones (me incluyo....)??

En medio de todo esta vorágine musical salió hace ya algún tiempo “Bolsillos”, uno de los más interesantes discos de Pedro Guerra. Si pensaban que este artista era sólo ese dulce canario que cantaba tiernamente al amor de maridos de peluqueras...agárrense: Pedro Guerra toma posiciones en este disco en el cual de las 14 canciones 10 son de clara denuncia social: el consumismo, la juventud aletargada de pensamiento crítico, las gustos globalizados, los crímenes de nuestra reciente historia política...

Olé por Pedro: ejemplo donde los haya para la nueva generación de cantautores.

Ah, por cierto! Creo que el single promocional de “Bolsillos” fue precisamente una de las 4 canciones políticamente correctas: “Menguante”. Cosas del mundillo del “artisteo” y de los mass media...supongo.

1.- El circo de la realidad
2.- Canciones
3.- Tendencias
4.- Dios
5.- El hombre blanco
6.- Bolsillos
7.- Topo
8.- Si tu quisieras
9.- Mapa de carreteras
10.- Huesos
11.- Menguante
12.- Maquila
13.- Life vest under your seat
14.- Síndrome de Altamira

Javier Maroto

jueves, 19 de abril de 2007

Chema Lara-Queda tiempo de sobra



Tal día como hoy, 19 de abril de 2005, salía grabado mezclado y masterizado de los estudios Ritmshot de Pozuelo el primer disco de Chema Lara: Queda tiempo de sobra.

"Tú hazlo: existirá". Abro "Queda tiempo de sobra", el primer disco en solitario del amigo Chema Lara y me lapida esta contundente frase que invita a trazar mis primeros pasos en autaria, esta ciudad imaginaria que bulle entre el ayer y el hoy de la música de autor. A veces necesitamos sentencias como ésta para despertarnos, para dar un paso hacia delante, y es muy posible que Lara, sevillano de nacimiento y serrano por derecho, adoptase esta frase para cerrar definitivamente su etapa en el grupo "Perversa" y aventurarse en la creación de su primera obra. Seguro que alguien le animó en un momento dado y le dijo "Si lo haces existirá".

No sé si Chema encaja con la definición de "cantautor" al uso. Suena a funky, rock, jazz... suena también acústico, pero hoy en día... ¿a quién llamamos cantautor? Lo que tengo claro es que este músico de vocación y periodista de carrera, es autor de doce deliciosas canciones que con calma se dejan descubrir y nos revelan un gran talento compositivo y una veteranía musical que no es propia de un debutante.
Más allá de palabras bonitas que acumuladas y sin argumentos sonarían a retórica barata, su música encoje el corazón y sus letras emocionan. Sin olvidarme de ese aderezo tan especial que creo reconocer como marca de la casa Lara, y que consiguen moverte los pies debajo de la mesa como en "Algo de Sal", "Guirigay" o "Comerse la rabia". Si hay en mí algo de ciclotímica es posible que lo despierte discos como "Queda tiempo de sobra", donde se pasa de la emoción contenida de "Si te vas" al subidón de "va amaneciendo ya" o "despertar de nubes". Canciones que cada uno de nosotros podemos adoptar como nuestras, cuidarlas y dejarlas crecer para que otros también las disfruten.

Junto a Chema su amigo Garret Wall, que vierte su talento en "Va amaneciendo ya" y "Elisabeth".

qdtds

01. Algo de Sal
02. Instinto
03. va amaneciendo ya
04.Tutiturú
05. Despertar de nubes
06. Si te vas
07. Guirigai
08. Elisabeth
09. Futuros de espuma
10. Destruyendo esperanzas
11. Comerse la rabia

Y un tema fantasma, que si esperas unos segundos te ofrecerá el tema que da nombre al disco:

12. Queda tiempo de sobra

Lara pertenece a estas nuevas generaciones de músicos que se ven obligados a ser "Juan Palomo" y producir incluso su propio disco. Amante de las nuevas tecnologías, aprovecha lo que éstas le brindan (y actualmente priva el momento musical que vive la industria) para promocionar su música, su disco, sus canciones. Así descubrimos su página web y su blog, e incluso su propio espacio en Myspace, donde escucharemos temas del disco que nos ocupa.

Pero si realmente alguien tiene interés en conocer el sonido Lara, le invito a que le busque en directo con su banda. La próxima cita será el 11 de mayo de 2007, a las 22h. en el Café Babel de San Lorenzo de El Escorial (Madrid).

Beatriz P.Otín

miércoles, 18 de abril de 2007

Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzman-Señora Azul



Si se me permite, es éste un disco de culto. En gran parte esto es debido a la discontinuidad guadianesca de CRAG como grupo, que, cual ave fénix, acostumbra a resucitar cada diez años o así. Eso sí, solamente en parte, porque la razón de fondo reside en que este grupo nunca ha disfrutado de un éxito mayoritario, aunque, a cambio, constituye uno de esos pocos conjuntos idolatrados por sus seguidores y que, además -misteriosamente- logran en un tris que nuevas generaciones de admiradores les busquen un lugar privilegiado en su corazón. Y yo soy uno de esos.

A casi nadie se le escapa que estos cuatro grandes músicos tomaron como modelo a Crosby, Stills & Nash (& Young). Y tanto es así, que hasta parecen haberse dejado influir en su estética (¿no se parecen los bigotes y patillas de Cánovas a los de Crosby?). Como los anglosajones, los cuatro eran músicos experimentados y muy solventes. Así, Cánovas había tocado la batería con los progresivos Módulos, un grupo buenísimo por cierto; Adolfo, había sido guitarrista y vocalista de Los Iberos; Rodrigo provenía de los míticos Pekenikes; Guzman (junto a Rodrigo) acababa de dejar Solera... Vamos que sabían perfectamente lo que se hacían cuando en 1974 sacan este "señora azul" con la entonces pujante discográfica Hispavox. Sin embargo, como ya he dicho arriba, no obtuvieron un gran éxito (era la época del "Eva María" y de "un rayo de sol") aunque sí unas muy buenas críticas, quizás porque se adelantaron a su época con una propuesta distinta y sobre todo muy inteligente. Por eso, pese a la buena acogida de la crítica, según he leído, acabaron reciclándose como músicos de la banda de Karina.

Estos son los títulos de las canciones:

1.- carrusel
2.- sólo pienso en ti
3.- el río
4.- don Samuel Jazmín
5.- si pudieras ver
6.- nuestro problema
7.- buscando una solución
8.- supremo director
9.- María y Amaranta
10.- el vividor
11.- señora azul

Me gustan mucho las más conocidas: "sólo pienso en ti", una preciosa balada folk cantada y escrita por Rodrigo, o "señora azul" esa canción de la que siempre se ha dicho que era una crítica a la censura franquista, teoría que los miembros de CRAG siempre han tenido que desmentir, porque se trata de una simple crítica a los críticos -valga la redundancia- prepotentes, pero que también es una gran canción -sin más- dónde se destapa, por ejemplo, Cánovas (el batería) con una voz negroide increíble al final de la canción. También hay sitio en este lp para hacer crítica social o mejor, costumbrista, en temas como "don Samuel Jazmín" o "si pudieras ver" o "el vividor". Y luego está ese dulce atrevimiento, dada la época, de "María y Amaranta" sobre una historia de amores lésbicos.

Cuando se habla de este disco a menudo se alaban las canciones, como yo acabo de hacer, pero también es costumbre obviar el trabajo del muy popular entonces Rafael Trabucchelli, productor y director musical del proyecto. Los arreglos y la producción son excelentes y muy variados. Desde el saltarín sintetizador del primer tema, o el elegante arreglo de cuerdas de "sólo pienso en ti", pasando por xilófonos, pianos, guitarras slide o los triunfales vientos de "señora azul" la paleta sonora resulta variada y muy bien traída, según yo lo veo. Trabucchelli fue un productor fundamental en la música de nuestro país -responsabilidad suya fue el éxito del "himno a la alegría" que cantó Miguel Ríos- especialmente en la década de 1965-1975, fraguando en los estudios de la compañía Hispavox en Madrid, lo que se dió en llamar el "sonido Torrelaguna" (por la calle en que estaban situados, cerquita de casa de mis padres por cierto, yo siempre miraba el edificio de Hispavox con una mezcla de miedo y respeto total) o "sonido Trabucchelli", para lo cual se ayudó de músicos de la talla de Waldo de los Ríos.

Para acabar, me gustaría cerrar este capítulo musical con una referencia a lo que en mi opinión es posiblemente lo mejor del disco. A saber, el gran talento y el buen gusto demostrado a lo largo de toda la grabación por Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán en los arreglos vocales y por supuesto en la interpretación de los mismos. "don Samuel Jazmín" o "señora azul" sirven de ilustración a lo que digo. Qué pena que cosas así ya no se hagan en este país.

abuineitor

lunes, 16 de abril de 2007

Javier Batanero-Tentaciones de metro


Cuando me enteré que Javier Batanero había publicado su primer disco, salí raudo y veloz a comprarlo. Le había conocido hacía algo más de un año, tocando en el ya por aquel entonces célebre Rincón del Arte Nuevo de Madrid y me había parecido un excelente cantautor. Además, por si fuera poco, muchas de sus canciones poseían un toque irónico, un aire satírico muy interesante, recuerdo entre otras aquella canción en la que nos iba explicando cómo hacer una tortilla de patata o aquella otra dedicada a “San Canuto”.

Posteriormente me lo encontré en distintos sitios, en conciertos en los que no le esperaba, como aquel que le invitó a cantar Luis Pastor. Fue en 1985 cuando ganó el Primer Certamen de Canción de Autor convocado por el Instituto de la Juventud, cuando grabó este disco del cual hablamos, ya que el disco fue el premio por ganar aquel concurso.

No sabría deciros si fue un acierto o un desacierto que Batanero contase con Javier López de Guereña para la dirección musical del disco, ya que por un lado, consiguió que no se pareciera a lo que había sido Javier Batanero hasta ese momento, pero por otro lado, volviendo a escuchar el disco hoy, tras más de dos décadas, nos deja un poso exquisito entre los labios, una frescura (muy posiblemente no intencionada) que se agradece una barbaridad.

El disco cuenta con excelentes colaboraciones, como Antonio García de Diego, Gabriel Castellanos y el propio López de Guereña a las guitarras, Reverendo a los teclados y al piano, Andreas Pritwitz al saxo, Antonio Calero a la batería, José Nodar al bajo y Jimmi Ríos a las percusiones. Cuenta con el apoyo de Joaquín Sabina y de su grupo, los Viceversa, que tocan con él cuando gana el concurso, aunque luego no participaron en la grabación del disco. Luis Pastor también aparece en el disco haciendo algunos coros.

En este disco podréis encontrar a un Batanero casi más serio de lo que es habitual en él, pero con unas de excelentes composiciones, yo personalmente me quedo con tres canciones (aunque todas son buenas), “Abajo”, “Artesana” y “Me pierdo”.
En resumen, una joya de disco, de esas que dan valor a tu discoteca personal. Hace tiempo que decidí pasarlo a MP3 (tan sólo está publicado en vinilo) antes que se rayase más.

Temas:

1- Niña, ¿dónde estás?
2- Abajo
3- Artesana
4- No quiero competir
5- La herida
6- Me pierdo
7- Verano no
8- Pon color
9- Buenos días

Poco más me queda por decir, tan sólo que Javier es el autor de todas las canciones. Al poco tiempo de que saliera este disco a la calle y antes de grabar su segundo disco en solitario, participó en el disco “Hotel, dulce hotel” de Joaquín Sabina, con la música de dos de las canciones, “Pacto entre caballeros” y “Cuernos”.

Francisco Espinosa

Adolfo Celdrán-Silencio




En primer lugar me gustaría felicitar al responsable o bien los responsables de Dro por haber reeditado en 2005 con tanto mimo -se trata de una edición facsímil en digipack con su encarte de letras y todo- el primer larga duración de Adolfo Celdrán, "silencio" publicado originalmente en 1970. Desde aquí, desde autaria, aplaudimos estás iniciativas y esperamos y confiamos en que cunda el ejemplo, y se reediten tantos discos históricos de nuestra música popular, que andan por ahí, en el limbo de los justos (e-mule) o ni siquiera allí, sino en el baúl de los recuerdos (de unos pocos). Y ya el colmo sería que les hicieran promoción y todo. En fin, por soñar que no quede. En cualquier caso, yo, con está edición en cd del disco de Celdrán, que ahora mismo tengo en mis manos, estoy más contento que un bombo en manos de un tonto en carnaval.

En 1970 Adolfo (miembro fundador de "Canción del pueblo" junto a Elisa Serna, Julia León e Hilario Camacho) era un joven cantautor alicantino de anchas patillas y denso mostacho; poseedor de una musculosa y apasionada voz; tan ancha y tan densa, como sus patillas y mostacho; tan, en ocasiones salobre y pintada de reflejos, como la del mar Mediterráneo que le vió nacer. Tras la publicación de un primer sencillo con tres temas, que por cierto también se incluyen en esta reedición (¡bravo por Dro de nuevo!), entre los que se encontraban "general" con letra del conocido poeta y pacifista alemán Bertolt Brecht, y que fue considerada "no radiable" por la censura de la época, Adolfo publica el disco del que vamos a hablar. A mi me parece un disco maravilloso, vaya por delante.

Contenido:

1.- Al la voz de un pueblo
2.- Canción de la novia del pescador
3.- La cruzada de los niños
4.- Doña María
5.- ¡Qué pena!
6.- La mala pesca
7.- El sastre de Ulm
8.- Canción a las seis de la mañana
9.- Canción del pescador
10.- Canción bailabe
11.- Una canción

pistas extra (el sencillo de 1969):

12.- General
13.- Bella ciao
14.- Cajitas

Ante este seductor menu, cualquier aficionado a la canción de autor no puede por menos que darse un atracón de sólidas y deliciosas recetas, elaboradas por Celdrán con toda la destreza, la dedicación y el entusiasmo de que era -y todavía es, por cierto- capaz. No voy a desglosar las canciones una a una, porque además el albúm contiene muchas, pero si que voy a citar las que más me impactan y me gusta escuchar. En primer lugar "canción de la novia del pescador" porque en su sencillez, me parece una preciosidad de letra y Adolfo además la canta de una manera espectacular. Otra canción estupenda es "la mala pesca" con letra del escritor y poeta comunista Jesús López Pacheco, muerto en 1997 autoexiliado en Canadá, y, música, del cantautor madrileño Hilario Camacho. También está muy lograda "el sastre de Ulm" sobre un poema de Brecht, etc... No obstante mi favorita es una composición del propio Celdrán titulada "canción a las seis de la mañana" una canción perfecta, sin más, una obra rabiosamente envidiable tanto en composición musical, como en letra, interpretación, y demás cualidades cancioneras.

Parece increíble, por añadidura, que este disco se grabara en cuatro pistas. Sí, han oído bien, solamente cuatro pistas de un magnetofón analógico. En pleno siglo XXI nos hemos vuelto tan exigentes que la música que consumimos se produce en unas condiciones tan lujosas (como esos discos que se graban entre Miami, Londrés, Madrid y no se cuantos estudios más) que nos conducen a despreciar en ocasiones lo que está fabricado con menos medios pero, sin embargo, con una mayor calidad artística y humana. Este cd es una generosa y clara lección de que lo importante para crear belleza es la simplicidad, que no la simplonería, ojo, no confundir, y que los ornamentos y los sibaritismos se llevan mal con las obras de arte de verdad. Como dice el propio Adolfo Celtrán en "canción a las seis de la mañana":

"Despierta la cabeza.
Ten los sentidos claros.
Agúzate el oído.
Escucha entre lo blando"

Pues eso. Abramos las orejas.

abuineitor

sábado, 14 de abril de 2007

Pablo Guerrero-Los momentos del agua



Me encontré casualmente con la música de Pablo Guerrero a comienzos de 1980, primero los míticos "A cántaros" y "En el Olympia", luego mi inseparable Javier Prieto me copió en cinta "Porque amamos el fuego" y "A tapar la calle". Aquellos cuatro discos de Pablo Guerrero se convirtieron poco a poco en parte de mi alma musical, entroncaron en lo más profundo de mí y se hicieron con los mandos de mi gusto en lo creativo.
Fue una noche, a comienzos de la primavera de 1985, cuando viendo en televisión el concierto de "El estudiante y la radio" (24 horas seguidas de música en directo, desde el Palacio de los Deportes de Madrid), cuando apareció en la pantalla Pablo Guerrero, ¡qué alegría!, ¡tanto tiempo sin verle! (Pablo llevaba 7 años sin publicar disco, estaba medio apartado de la primera línea, profundizando en otras músicas, en el New Age, en la música étnica, en el flamenco... ).
Me llamó la atención verle en el escenario en "pose" no muy de cantautor, junto a un grupo con pinta de muy modernos y me sorprendió ver al guitarrista con una guitarra sintetizada de doble mástil (Miguel Herrero era aquel, guitarrista). En un principio me sorprendí bastante con aquellos sonidos y me hicieron dudar, pero poco a poco, aquellos primeros acordes de "La maga de Coimbra" fueron dejando en mí una huella que ya jamás se pudo borrar.
Creo honestamente que "Los momentos del agua" es un disco que marca un "antes" y un "después" en la canción de autor en España, aquel disco nos trajo a los cantautores hasta el modernismo, nos ayudó a quitarnos los complejos y a profundizar en otros sonidos, ya no sólo en otras letras.
Con apenas un presupuesto de 1 millón de pesetas (de los de 1985) y dos músicos tan sólo (Miguel Herrero: guitarra de doce cuerdas y sintetizada, bajo y sintetizadores. Tony Moreno: sintetizadores, piano acústico, batería y percusiones), Pablo Guerrero consigue sacar un disco de culto, tal vez el primero de los discos de culto "modernos", de los que metían a los cantautores en los albores del nuevo siglo.
La producción corre a cargo de Antonio Resines (el cantautor, no confundir con el actor), los arreglos son de Miguel Herrero y Tony Moreno. Pablo Guerrero toca la guitarra española tan sólo en "Hechicera", Luis Delgado toca birimbao en "Magoas" y Antonio Resines es la voz invitada en "Buscando a Moby Dick".
Las temáticas, aventureras, vitalistas, con el amor poético de fondo, marcan un antes y un después con los textos de sus anteriores discos, tal vez más comprometidos en lo social.
Todos las canciones son de Pablo Guerrero salvo dos: "Llevo igual que un tatuaje" con letra de Iván Goll y música de A. Resines y "Llévame" con letra de Nacho Sáenz de Tejada y música de Juan Alberto Arteche y Nacho Sáenz de Tejada.

Temas:

1- La maga de Coimbra
2- Los momentos del agua
3- Llevo igual que un tatuaje
4- Llévame
5- Evohé
6- Buscando a Moby Dick
7- Magoas
8- Hechicera
9- Aviso para los caminantes que llegan a las orillas de las ciudades sumergidas

Por desgracia, si buscáis el disco en las tiendas, no lo encontraréis. Yo tengo el vinilo (rayadísimo, por cierto, de tanto escucharlo). Pablo me ofreció hace poco hablar con la discográfica y pedirme una copia de un disco quíntuple que editaron con sus cinco primeros discos, que ha sido la única opción que ha habido de encontrar "Los momentos del agua" en CD, pero hace poco he conseguido que un amigo me pase los MP3 (tranquilo, Pablo, ya no me corre prisa el disco), que pongo a disposición de aquel amante de la música de Pablo Guerrero que me los pida.

Francisco Espinosa

jueves, 12 de abril de 2007

Luis Eduardo Aute-Albanta




En discos anteriores a Albanta, Luis Eduardo Aute había puesto como condición a la discográfica, la no obligación de tener que realizar conciertos, ni de tener que hacer promoción en televisiones. Con Albanta la historia es muy distinta y Aute graba un disco precisamente arreglado para ser llevado al directo. Para ello se rodea de un equipo de primera fila. Empezando por el productor y director musical -el hoy por hoy en determinados ambientes muy impopular Eduardo Bautista por su vinculación a la SGAE- y terminando por el que luego sería uno de los puntales del heavy nacional, Armando de Castro, guitarra solista de Baron Rojo. De nuevo, nos topamos también con el escritor Caballero Bonald como productor ejecutivo o algo así, como ya ocurriera con el album Heliotropo de las Vainica Doble que ya he comentado previamente.

Confieso que yo no soy -como mi amigo y cantautor Francisco Espinosa por ejemplo- un "autista" convencido. De hecho, hace poco hablé con Luis Eduardo por unos asuntos y no tuve precisamente una conversación memorable, sino todo lo contrario. Sin embargo, esto no impide que yo admire su arte y que sepa valorar su descomunal talento artístico. Aute es un hombre muy polifacético y ha destacado tanto en la música como en el cine o en la pintura y eso es muy raro hoy en día; por decirlo de una manera más gráfica: Aute es una especie de Leonardo da Vinci dentro del mundo de las artes más espirituales. Pero repito que aunque le admire, yo no soy un "fan" al uso de él. En realidad el único disco (original) que poseo de Luis Eduardo es éste: Albanta. Disco que me parece -por cierto- todo un clásico de la música de autor de este país.

Albanta es un jardín que contiene flores de variadas especies, pero todas ellas son hermosas y hacen que el conjunto también lo sea. A mi me gusta muchísimo, sin ir más lejos el arranque: "anda suelto Satanás" así tan surrealista y tan "collage" y con ese trote bluesero de fondo tan guapo. Sigue una sentida canción dedicada a Pablo Neruda con acompañamiento de un cuarteto de cuerda. Lo siguiente es "al alba" el famoso alegato contra la pena de muerte que tantas versiones ha tenido y que tanto ha marcado a Luis Eduardo a posteriori puesto que se le relaciona siempre con esa canción pese a que haya escrito ya montañas de ellas. En el disco hay varios cortes que tratan el tema del tiempo, una obsesión autiana, siendo para mi la mejor y el momento cumbre del mismo "de paso" donde todo es perfección y sentimiento y Aute -cuya voz constituye a menudo su peor enemigo- está francamente bien. "A por el mar" es también un tema tremendo y muy esperanzador (estamos en 1978 acaba de llegar la democracia) y emotivo. Cierran el album una especie de blues en el que Aute no parece coger el aire del todo a la escala pentatónica -fantástico por cierto Armando de Castro con el bottleneck en la guitarra eléctrica- y una preciosa letra "albanta", que partió del hijo de Aute, con un acompañamiento de Teddy Bautista a los sintetizadores de primera clase, con un gusto que me fascina sobremanera.

En resumen, que el que no lo tenga y le guste la canción de autor (bueno y también la música y los arreglos de rock sinfónico o progresivo puesto que son sus condimentos principales) que vaya a buscarlo que no se arrepentirá.

Temas:

1.- Anda suelto Satanás
2.- Pétalo
3.- Al alba
4.- Digo que soy libre
5.- Tiempo al tiempo
6.- De paso
7.- Ahora sí, ahora no
8.- A por el mar
9.- No sé que coño me pasa hoy
10.- Albanta

abuineitor

lunes, 9 de abril de 2007

Elisa Serna-Regreso a la semilla



"Elisa Serna... era
la ostia!... y ahora está en el olvido." (Ismael Serrano)

En los años sesenta (y setenta) en Estados Unidos y en Inglaterra, en parte como una reacción al pop y al rock que tanto éxito tenían, muchos músicos de aquel momento empezaron a investigar y a recuperar la música popular -la música del pueblo se entiende- o el también llamado folkore tradicional. De esa vuelta a las raíces salieron nombres como Robert Zimmerman (el tito Bob que diría Calamaro) o Joan Baez, por ejemplo, entre muchos otros. En nuestro país pasó lo mismo y algunos, entonces, jóvenes ilusionados se pusieron manos a la obra con nuestra tradición popular. Joaquín Díaz quizás sea el nombre que a todos nos viene a la cabeza cuando pensamos en alguien que, como la Baez, le dió por recuperar canciones anónimas propias de un mundo más rural, más pausado y menos urgente que en el hoy vivimos. Sin embargo, a mi me gustaría comparar también a Joan Baez con Elisa Serna (por motivos obvios de género resulta más acertada la comparación que con Joaquín Díaz) ya que nos ponemos a la tarea de rebuscar en la memoria de aquellos años folkies, tanto en la vertiente anglosajona como en la patria. Si pensamos en la bella voz de ambas, me atrevería a llamar a Elisa la Joan Baez española. No obstante, la americana, más intérpetre que autora, se diferenciaría de nuestra Elisa precisamente en eso, en que nuestra compatriota destaca además por su buen hacer como cantautora con todas las letras...

Elisa formaba parte de ese colectivo de cantantes que desde 1967 se llamó "Canción del pueblo" siendo sus compañeros de armas Julia León (otra con una voz de órdago a la grande), Adolfo Celdrán (excelente cantautor) e Hilario Camacho (un genio musicando lo que fuera por destacar alguna entre sus múltiples virtudes); grupo al que posteriormente se sumarían algunos otros más y que acabaría denominándose la Trágala. En los años agonizantes del franquismo estos autores tuvieron problemas de censura -como los tenían todos en aquellos años por otra parte-costándole incluso el encarcelamiento y el destierro a Elisa, por ejemplo, por ser considera subersiva y peligrosa, y no sé cuantas cosas más. Y es que Elisa fue y es todavía -sigue en activo- una mujer valiente y combativa, y esto hay que reconocérselo siempre, aunque no estemos de acuerdo con su ideario político, como es mi caso. A mi modo de ver, una verdadera heroína que dudo mucho que los cantautores de hoy en día nos merezcamos y sepamos valorar. Y digo esto porque estoy convencido de que si hicieramos una encuesta entre los que nos batimos el cobre ante un público guitarra en mano actualmente, creo que muy poquitos sabrían quien es Elisa Serna.

Elisa siempre estuvo, políticamente hablando, muy coloreada; pero, al margen de eso, si nos fijamos con atención, también ha sido un deslumbrante arcoiris de calidad, ahora estéticamente hablando, frente a la galopante "idiotización de la música popular" por decirlo con sus propias palabras. Y es que en el disco que aquí reseño (el único que he conseguido escuchar y que no está en cd que yo sepa) hay mucha categoría, mucha sabiduría popular, mucho cariño por las raíces de nuestra música pues hay: seguidillas, jotas, pregones, aromas flamencos, sonoridades árabes, etc. Todo ello arreglado con una instrumentación muy nuestra y muy acústica, con guitarras españolas, contrabajo, dulzainas, tambores, violines, percusiones imposibles... que acompañan una voz comedida y sinuosa, capaz de producir deleite y arrobo hasta al oído más duro del planeta.

Los cortes son:

1.- Toque de diana
2.- Pregón
3.- Regreso a la semilla
4.- Canción del secreto
5.- Jota comunera
6.- Seguidillas ecológicas
7.- Rayo de luna
8.- Canto a la ternura
9.- El especulador
10.- D. Tancredo
11.- Los ciegos y el elefante


Entre la invitación de la puerta que se abre en el primer corte y la despedida con la canción-cuento de "los ciegos y el elefante", lo que más admiro es la aflamencada "canción del secreto", una preciosidad rotunda; y la sabia simplicidad (percusiones, violín y voces) de la fábula titulada "el especulador", una escondida gema de nuestra canción popular.

abuineitor