jueves, 27 de diciembre de 2007

Raúl Alcover-El signo del viento





El disco del que hablaré, "El signo del Viento", no es el último trabajo de Raúl Alcover, ya que ha publicado recientemente un cd titulado "El Musicante". Según dice el propio autor en una entrevista, este nombre responde a una especie de juego de palabras; la idea se la dió una niña pequeña, es una forma infantil, pero llena de razón, de describir a un músico y cantante a la vez.

Raúl Alcover es un artista granadino; un cantautor muy peculiar. Sus comienzos están relacionados con en el movimiento "Manifiesto Canción del Sur", donde coincidió con Carlos Cano, Antonio Mata, Esteban Valdivieso y otros, pero su evolución fue muy distinta.


"El signo del Viento" fue publicado en el año 2002 por Alía Discos, y producido por el propio autor. Cuenta con la colaboración de Miguel Ríos, Antonio Canales, Chano Domínguez, Rubem Dantas, Jorge Pardo, Chonchi Heredia y Marina Heredia. Una combinación muy original, tanto como el contenido del disco.

Las canciones han sido compuestas y arregladas por Raúl Alcover prácticamente en su totalidad. Este trabajo es un muestrario de su particular manera de componer, es un cantautor que lleva implícito el sello andaluz. No es posible abstraerse a su acento y a su manera de expresarse, tanto con respecto a las letras, con expresiones y actitudes muy propias de nuestra tierra, como en la música, en la que mezcla o fusiona, con frecuencia, sonidos jazzísticos y flamencos.


Por un lado quiero destacar una canción que para mí es muy representativa de la manera general de ver las cosas de los que somos del sur, "Pa coger imán", una manera de atraer la buena suerte, de deshacernos de los malos augurios, de reirnos de todo, incluso de nosotros mismos; una letra muy acertada y una música que hace redonda esta canción:


"Derramó la sal,
Pasó debajo de una escalera
Vió un gato negro cruzar la carretera
Rompió el espejo, llegó un eclipse…
Y no le pasó ná…
Cuando hay luna llena
Simplemente hay más luz..
Escrito en una estrella
tu nombre brillará
lo que ha de suceder
no dudes que sucederá
de cualquier manera.
Se vistió de sol y el sol
que salga por donde quiera.."


También me gusta especialmente "Pas oublié", una curiosidad, el estribillo en francés con acento andaluz. Pero quizás las canciones estrellas de este disco son "Camarón" y "Boca Loca".

"Camarón" es un homenaje al más grande de los cantaores flamencos, un tema muy conseguido, una preciosidad, un viaje entre la luz de la Bahía de Cádiz y la de Graná, con el piano de Chano Domínguez: "Cántame por bulerías/ata bien mi corazón/llévame en tu fantasía/ como a ti te llevo yo….que cantas mejor cada día".


Y fundamentalmente, creo que la pieza clave es "Boca Loca", una canción en la que lo acompaña Miguel Ríos, y que siempre que la oigo me parece la banda sonora perfecta para una buena película. Es una gran canción que merece ser escuchada con detenimiento y yo desde aquí la recomiendo, como recomiendo el disco en su conjunto, que aún se puede encontrar en algunas tiendas por internet. No sería extraño que una canción de Raúl Alcover pusiera música a un film, ya que este artista estuvo nominado en 1987 a un premio Goya con la banda sonora de la película "Los Invitados", basada en una novela de Alfonso Grosso.


Canciones del disco:

Qué puedo decir
Pa coger imán
Pas oublié
Boca loca
Cosita más sensible
Dame besos
Camarón
Océano de sueños
Antes éramos dos
Sandra a lo lejos
Corazonada
El grillo
El viento no se calla




María Gracia Correa

jueves, 6 de diciembre de 2007

Jose Luis Abel-De pasión












1.- Canción sucia
2.- Peregrinos
3.- Danza macabra
4.- Días felices
5.- Canción de medianoche
6.- Al acecho
7.- Duele tanto esta noche!...
8.- A sangre y fuego
9.- La iluminación

Siento una gran afinidad con el trabajo de este músico y su personalidad; quizás porque compartimos idéntico eclecticismo y similar gusto por las excentricidades. Es decir, ambos somos aficionados a tipos raros del estilo de Nietzsche, Rimbaud, Jim Morrison, o a los mastodónticos Led Zeppelin, con todo lo que esto puede tener al mismo tiempo de contradictorio con el cariño por la música incuestionablemente pop o con, por ejemplo, veleidades electrónicas, etc.

José Luis Abel era la cara más visible de un grupo de la nueva ola ochentera que se hacían llamar Alphaville. Y como siempre pasa en España, eran tan interesantes que no interesaron a casi nadie. Se me ocurren otros nombres de entonces con parecida suerte: Esclarecidos (con la siempre elegante voz de Cristina Lliso), Orquesta de las nubes, Os Resentidos (con Antón Reixa y músicos de Siniestro Total)... Alphaville tuvieron varias grabaciones curiosas de las cuales yo me quedo con la canción “La escalera” de letra primorosamente angustiosa y onírica, y guitarras inquietantes y siniestras.

Bien, pues tras la disolución del grupo y acabadas las alharacas de la movida, este personalísimo autor ha venido haciendo un poco de todo que yo sepa. De periodista musical, actor, músico electrónico... y hasta consiguió grabar -ya como un proyecto en solitario- en 1991 el disco del que hago el comentario con la compañía Virgin. Por supuesto este disco resulta inencontrable y hay que acudir a las descargas compartidas de internet para poder bajárselo y escucharlo. Lo que suena en esta propuesta son canciones de corte pop con algún que otro sonido guitarrero de rock o algún exotismo tipo sitar (o un instrumento que lo emula) y unas letras cuidadas y abundantes en suculencias poéticas y filosóficas.

En el disco colabora Eduardo Pinilla, guitarrista de grupos de rock tan míticos como Coz o los imperecederos Burning, aportando solos enérgicos y contundentes, como era de esperar, en varios temas: un excelente tono de blues, por ejemplo, en el corte 4, “Días felices” e impecable su pulso rockero en “Al acecho”. Por cierto que la letra dice cosas como éstas:

“Pongo un beso
en el punto más sensible de tu cuello,
para debilitar
tu resistencia...
que, entre risas, y faltándote el resuello,
me temo que no ha de durar.

¿Es que no lo ves? Te obligaré a naufragar,
antes o después, en las tinieblas de mi azar.”

Lo que a mi juicio, y pese a su aparente sencillez, nos indica perfectamente cual es la diferencia entre quién sabe escribir y quién no. Esto es, la fluidez, esa cualidad de la que siempre andan sobrados los genios. La marca de fábrica de los -y las- bendecidos por Erato.

abuineitor

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Vainica doble-Contracorriente









1. Un mal entendido amor (Respeto y obediencia)
2. El oso poderoso
3. Que no
4. La Rabieta
5. Todo desapareció
6. Eso no lo manda nadie
7. Alas
8. Déjame vivir con alegría
9. Magnificat

El álbum más rockero y al mismo tiempo el más psicodélico de las Vainica Doble es éste editado en 1976 que sigue cronológicamente a Heliotropo, ya comentado en este blog… Tiene, a mí parecer, una de las portadas más bonitas de toda la historia del diseño de discos, de todo el mundo, firmada por el cineasta Iván Zulueta, nada menos. Los ensayos se llevaron a cabo en la casa de Gloria en Altea, preciosa y tranquila localidad levantina, ya que entonces ella vivía allí, con una banda de músicos de su entorno, lo cual le da al disco una unidad de sonido apenas rota por las extrañas y magníficas colaboraciones de –entre otras- Gualberto García, ex-guitarrista de ese estupendo grupo andaluz de los 70 llamado Smash, que adorna con su sitar (sí, además de guitarrista tocó el sitar hasta con Camarón por cierto) un par de temas; por la colaboración de Salvador Domínguez, el veloz guitarrista de grupos duros como Banzai en el tema final, y por, la, para mi, más que misteriosa colaboración de Hilario Camacho en el tema que más me gusta del lp o cd: “Eso no lo manda nadie”.. Vamos, que escuchar la voz de Hilario en esta canción creo que constituye un acto de fe comparable al de escuchar la voz de la cantante folk inglesa Maddy Prior en la canción (por cierto muy cercana en el tiempo a ésta) “Too old to rock’n’roll, too young to die” del grupo inglés Jethro Tull.

El disco fue producido por Gonzalo García Pelayo, conocido tanto por producir discos como por su afición a desbancar casinos; quién se mostró entusiasta al principio con las Vainica, pero que por lo que sé, terminó menos contento tras la experiencia; vamos que acabado el disco como el rosario de la aurora, con malentendidos musicales y ese tipo de cosas que ocurren en los discos, con las cantautoras, los músicos, etc, el que acabó pagando el pato fue el trabajo que fue mezclado en un solo día. Hecho este que no deja de maravillarme porque he escuchado todos los discos de las Vainica y no es éste el peor mezclado ni mucho menos…

Dije antes que en Contracorriente se escucha una unidad de sonido gracias al grupo que las acompaña (responsables de los arreglos también) pero es que también hay en las letras una unidad temática. Nos encontramos, pues, ante un disco conceptual. El argumento central -estamos en 1976- no podía ser otro que el abuso de poder, de autoridad a todos los niveles, incluido el político en forma de dictaduras, el exceso de paternalismo…

Había una vez un oso poderoso
Del bosque era el rey
Todos le adoraban
Le reverenciaban
Y respetaban su ley.
Cortejo de negros grajos le seguía
Por adulación
Y al hacerse viejo
Los del negro cortejo
Diéronle muerte sin compasión.


Hay incluso una recreación (algo surrealista me parece pero que encaja a la perfección en toda la maquinaria sonora pop-psicoexoticodélica, valga la palabra que me acabo de sacar de la manga, del álbum) del diálogo de la película Bambi ¿? con música de fondo que las Vainica habían escrito para otra cosa: la película de Borau “Furtivos” interpretada, por cierto, por un cantautor, Ovidi Montllor.

Tenemos la gran suerte de disponer fácilmente de este disco en cd en una edición en digipack en Dro East West. Ya de paso diré que a ver si se animan a editar –a quién corresponda se lo digo- el Taquicardia o el Carbono 14 que son los únicos discos de estas dos entrañables y mágicas mujeres que no se encuentran. Y tanto sus fans como la música de este país lo necesitamos, y por supuesto ellas lo merecen.

En fin, por terminar con parte de la magia que desprenden sus musicales vuelos, las citaré una vez más, en una citaque sería digna del mismísimo Swedenborg, en este caso en la canción "Alas":

Si las alas de todos los ángeles se pusieran en movimiento
¿A qué velocidad se desplazaría el viento?


Pues eso. Una pasada.

abuineitor

jueves, 1 de noviembre de 2007

Antonio de Pinto-Curriculum



Hay una historia sobre Antonio de Pinto que me encanta. Antonio aprendió a tocar la guitarra ya mayorcete porque se hizo cantautor bastante tarde (con lo que se ahorró de paso toda la etapa de ingenuidad y bisoñez previa por la que pasa todo artista). De hecho, Antonio era aficionado a escuchar música de un tipo bien diferente, a saber, lo que ahora se suele denominar rock sinfónico –en su época lo llamaban progresivo- y ¡oh sorpresa!, lo que conocemos como rock duro en sus más variadas variantes estilísticas. Fue una vez, si me equivoco que me desmienta alguien, en su juventud universitaria, cuando Antonio les dijo a unas compañeras (supongo que aficionadas a la canción de autor) que él era cantautor. Ignoro que cable se le cruzó por la cabeza a nuestro protagonista para lanzar semejante bola, pero el caso es que, para no desmentirse a sí mismo o por creerse su propia mentira o por pique por aquello del “oye, y si de verdad…” o por qué sé yo… Antonio se hizo cantautor. Así es como un capricho del destino hizo que lo que perdió el heavy metal lo acabó ganando el cantautorismo. Y qué bueno, porque estoy persuadido de que Antonio hubiera sido un excelente músico cualquiera fuera el estilo que hubiera elegido (lo único que no consigo imaginármelo con el pelo muy largo…).

Quizás, a causa de todo esto que he narrado, Antonio tiene la gran suerte de haber encontrado un estilo propio tan personal que en cuanto que uno escucha una canción suya ya sabe que se trata tanto de una canción de su autoría como interpretada por él, con su peculiar forma de cantar, una sutil mezcla de sensibilidad, ira e ironía que habitan dentro de una única e irrepetible voz. Es además nuestro cantautor un perfecto artesano de la canción; siempre entregado con mimo a rematar una melodía, una letra, hasta darle el último y definitivo toque maestro.

Canciones:

1.- Curriculum
2.- El invento
3.- Cuando apagas la luz
4.- La vida según...
5.- Nueve minutos y medio
6.- En sol mayor
7.- Ritual
8.- Canción a mi cola
9.- En tu sangre
10.- Cuando llegue el día
11.- Agua de mar
12.- Canción para Pablo
13.- Y quedarme sentado
14.- Qué le pasa a esta canción

El disco que comento, tercero y último por ahora, está grabado y producido (¿por primera vez de productor?) por su amigo Ismael Serrano en su estudio de grabación “Los paraísos desiertos”. Los músicos que intervienen son los habituales en el entorno de Antonio, así es que no faltan ni Marta de la Aldea haciendo sus encantadoras voces ni Antonio Toledo con sus precisas guitarras y demás, porque no solamente toca la guitarra de órdago, si no que se atreve hasta con instrumentos exóticos como el bouzuki.

Destaco varias canciones como “El invento”o la genial “La vida según...” que nació, como el propio autor cuenta en sus conciertos, de un mensaje que recibió de correo electrónico; en la letra explica como podría ser la vida si empezaramos al revés –es decir- nacieramos viejos y fueramos rejuveneciendo paulatinamente. Sin embargo mi preferida es “Cuando apagas la luz” porque creo que se trata de un dulce manjar en donde la música y la letra se perfeccionan una a la otra, con un estribillo que me sabe a pura delicatessen:

¿Por qué no apagas la luz?
Que me falta el aire
Me faltan algunas cosas
Que tienes, ya ves
Me faltas del sueño
Quiero que vuelvas
Tal como te imaginé
Me faltas del día
A veces dudo, pruebo a tocarte
Y solamente sé que eres tu
Cuando apagas la luz.


El disco incluye un extra: un video grabado en el local de conciertos La Mala de su mítica canción “Espantando palomas” tema éste que apareció en aquel no menos mítico disco titulado “Cantautores: la nueva generación” hoy inencontrable, en donde aparecían muchos de los cantautores que posteriormente hicieron carrera y hoy son muy populares.

En fin, un cantautor sensible, curtido ya en muchas noches de trova, y sólido como una casa cimentada sobre una roca; muy conocido en el circuito madrileño y que quien no tenga todavía el placer de conocer, que lo haga porque de verdad que es de los que dejan con la boca abierta después de un concierto. Antonio vive en el barrio de Lavapiés, no digo más, será por eso que su música suena a todas las músicas y al mismo tiempo tan genuina y castiza, tan nuestra.


abuineitor

lunes, 15 de octubre de 2007

Joan Manuel Serrat-Ara que tinc vint anys



Es una responsabilidad para mí comentar un disco de Joan Manuel Serrat, porque me arriesgo a que una de las personas que más sabe de este tema, que es un buen amigo mío, me diga que no tengo ni idea, con toda la razón del mundo. Mi amigo Carlos Gracia Escarp, es uno de los mayores expertos en la obra de Serrat, tanto que ha escrito un documento llamado “Guía Práctica de la Barcelona Serratiana”, indispensable para todos los seguidores de Serrat, y que podéis ver como enlace en su blog y en la página oficial del artista.

Es muy difícil para mí escoger un disco de Serrat para comentar, es tan extensa su obra que creo que sólo un especialista podría hablar de ella, pero yo aquí hablaré del que (si no me equivoco) fue su primer LP. El disco original es un LP publicado en 1967 por Edigsa; lo que tengo yo es la reedición en CD de 2000 por BMG Music Spain, S.A.

El disco empieza con una de las canciones, a mi entender, más emblemática de Serrat, una canción que nunca abandona y que lleva siempre, adaptándola a los años que van pasando, “Ara que tinc vint anys”, y que utilizaría para dar nombre a un disco bastantes años después, “Fa 20 anys que tinc 20 anys”; y con esa frase bromea todavía en los espectáculos que yo he podido ver, donde dice que hace veinte años que decía que hacía veinte años que tenía veinte años, y que ya no sabría como decirlo dentro de veinte años.

Bien, pues ¿que se puede decir de esta canción?, que todo aficionado a la canción de autor debería sabérsela de memoria, y que es un canto a la vida y a la alegría de vivir, y a la fuerza, que siempre demuestra en todos sus actuaciones,

“Ara que tinc vint anys,
Ara que encara tinc força
Que no tinc l´anima morta,
I em sento bullir la sang.
Ara que tinc vint anys,
Avui que el cor se m´embala,
Per un moment d´estimar,
O en veure un infant plorar…”


Mas de cuarenta años después, a Serrat le sigue bullendo la sangre y sigue cantándole a la vida; en su canción dice “vull i vull i vull cantar” y ahí lo tenemos, afortunadamente, cantando con la misma energía y con la misma fuerza, y además con la experiencia de toda una vida de canciones.

La segunda canción es también una de las más clásicas de Serrat, llena de sentimiento, “La Tieta”. Creo que retrata perfectamente a un personaje muy familiar para la gente de una determinada generación, una persona que siempre estaba ahí para servir a toda la familia y a la que nadie le daba la más mínima importancia. Una preciosidad de canción, que se ha incluido en un trabajo colectivo publicado recientemente por discmedi, como homenaje a este autor, que seguramente es el más grande de nuestros cantautores. El trabajo que menciono es “Per el meu amic….Serrat (40 cançóns per a un amic)” y está compuesto por tres CD, en el que distintos cantantes y cantautores catalanes versionan temas de Serrat. Personalmente creo que “La Tieta” es lo mejor de ese homenaje, no podía ser cantada por nadie más que por Joan Isaac , a mí parecer, el único artista capaz de transmitir al público la magia y el sentimiento que tiene esa canción.

Se incluye en “Ara que tinc vint anys” otro de sus temas más conocidos e importantes desde mi punto de vista, “Me´n vaig a peu” otra canción emblemática, que antes de ser publicada en este LP había sido editada en el EP “Cançó de matinada” el mismo año. Posteriormente se incluiría en el disco “Banda sonora d´un temps, d´un pais” en 1996 y en “El gusto es nuestro” publicado el mismo año, en colaboración con Ana Belén, Miguel Ríos y Victor Manuel”.

Espero no haberme equivocado mucho, quien quiera comprobarlo, o conocer mas información, solo tiene que consultar la página web oficial de Joan Manuel Serrat. Con el estribillo de esta canción termino:

“Però no vull que els teus ulls plorin:
Digue´m adéu.
El camí fa pujada
I m´en vaig a peu.”


Canciones:
1. Ara que tinc vint anys
2. La tieta
3. Balada per a un trobador
4. Una guitarra
5. El vells amants
6. Cançó de Bressol
7. El Drapaire
8. La mort de l´Avi
9. M´en vaig a peu
10. Els titelles


Mª Gracia Correa

viernes, 5 de octubre de 2007

Ismael Serrano-Atrapados en azul


Tengo que reconocer que en 1997 yo llevaba ya varios años retirado ya no sólo de los escenarios, también de las salas, ya que por circunstancias personales apenas salía a conciertos. Por eso no es extrañar que la primera vez que escuché a Ismael Serrano fue por la radio. Cuando empezaron a sonar las primeras notas de aquel “Papá cuéntame otra vez”, me quedé gratamente sorprendido, “¿quién coño será este tío?, es un cantautor y que además suena muy bien”.

Hacía bastante tiempo que las puertas de los grandes medios de comunicación estaban cerradas para los nuevos cantautores, a excepción de Pedro Guerra y de Javier Álvarez, que llegaron un poco de la mano de Víctor Manuel.

El disco de Ismael nos sorprendió a casi todos, con unos muy buenos textos, unas músicas bastante robustas, bien armadas. Melodías sencillas de entender, como a mi me gustan, letras claras y comprometidas, es decir, lo que entendíamos por cantautor, “a la vieja usanza”.

Canciones:
1.Papá cuéntame otra vez
2.Vértigo
3.Donde estarás
4.Caperucita
5.Yo quiero ser muy promiscuo
6.Amo tanto la vida
7.La extraña pareja
8.El camino de regreso
9.México insurgente
10.Un muerto encierras
11.Atrapados en azul
12.Ana

De las 12 canciones que trae el disco, 5 de ellas tiene letra de Daniel Serrano, hermano de Ismael (“Papá cuéntame otra vez”, “Donde estarás”, “Yo quiero ser muy promiscuo”, “México insurgente” y “Un muerto encierras”) y otra más con letra de su padre, Rodolfo Serrano (“La extraña pareja”).

Justo cuando empezaron los años del “Aznarato”, se nos apareció Ismael, un cantautor claro, conciso y comprometido, ya en su primer disco se arriesga con temática social y política, algo que otros cantautores no se atrevían, pensando que podría “no estar de moda”. Canciones “Papá cuéntame otra vez”, una remembranza de los últimos años del franquismo, “México insurgente”, dedicado al Movimiento Zapatista de México, “Atrapados en azul”, una denuncia de la brutalidad policial, nos devuelven a aquellos años del cantautor como expresión de valores sociales.

“La extraña pareja” nos cuenta una historia, tal y como se deben contar las historias en una canción, pasando por todos los estados de la narración, “Yo quiero ser muy promiscuo” es una inteligente sátira, donde vuelve a dar un “puntazo” social político, cuando hace mención al controvertido escritor Fernando Sánchez Dragó, toldándolo de “fiel votante del PP” y haciendo mención a sus “fantasmadas” sexuales.

Y otras excelentes canciones, como es el caso de “Vértigo”, “Donde estarás” y “Ana”, que son tres de las que más me gustan.

Un gran disco, un excelente disco que os recomiendo que escuchéis si no lo habéis hecho ya.

Francisco Espinosa

miércoles, 3 de octubre de 2007

Pedro Ruy-Blas-Teatro, circo y variedades



En 1970, el grupo de Fernando Arbex –Brincos- publicaba un disco, brutalmente bello y poseedor de maravillosas virtudes psicodélicas, titulado “Mundo, demonio y carne”. Lo que según el propio grupo, tal y como cuentan en el interior del álbum, pretendía ser un paso adelante y una progresión en su música, irónicamente, acaba siendo su epitafio. En los años ochenta, el cantautor Pablo Guerrero, se desmarca de su primer estilo, el folk de “A cántaros” y se alía con Suso Sáiz y otros experimentadores natos, para despiste de sus primeros seguidores, por cierto, que, a día de hoy, muchos todavía no han asimilado creo aquellas sus “nuevas” e interesantísimas intenciones, por no hablar del desconocimiento general de un público más amplio de toda esa etapa guerreriana.

Y si la cosa es así de triste e ingrata para aquellos que se atreven a renovarse –y vaya para ellos todo mi respeto y admiración- no resulta menos peliaguda para aquellos francotiradores que se sitúan en tierra de nadie en la música de nuestro país. Y no digamos ya si se les ocurre, como a Pedro Ruy-Blas, bregar en guerras de estilos musicales nada exitosos por aquí como por ejemplo, el jazz, el blues, el soul, el funk o las baladas tipo “crooner” por muy bien que estén trabados, adaptados e interpretados. Por si esto fuera poco, en un periódico de tirada nacional que no citaré, cuando se cita a músicos de la categoría de Pedro, de quién deberíamos estar bien orgullosos, no es para comentar o criticar lo que sabe hacer tan bien, sino que se entra a degüello y se cargan las tintas contra él de manera inmisericorde.

Se edita –por supuesto sin grandes promociones- en 1998 “Teatro, circo y variedades” el penúltimo disco hasta la fecha, que yo sepa, de Pedro Ruy-Blas. En él canta –como solo él sabe hacerlo- escribe la música y la mayoría de las letras e incluso firma la mayoría de los arreglos. Para esto se rodea de una lista de músicos que quita el hipo y el resuello, porque todos ellos juegan en primera división y todos de titulares, por hacer un símil deportivo. El productor es Andreas Prittwitz, conocido músico de la escudería Krahe y Sabina y muchos más por cierto, que han disfrutado de su buen hacer con los instrumentos de viento.

Canciones:

1.- para ser el primero
2.- excesivo calor
3.- sueño inmaterial
4.- amor de madrugada
5.- batuque bebé
6.- ella fue mi gran amor
7.- míster, ¿por qué no le cambia?
8.- sólo aprendemos a amar con el tiempo
9.- a los que hirió el amor
10.- fuera de combate
11.- puse todo mi amor
12.- neurótico terminal
13.- prisioneros de la tierra


La lista de canciones incluye trece cortes de variopinto género sonoro, aunque la línea argumental –musicalmente hablando- son los sonidos orquestales, cercanos a la paleta sonora de una banda de jazz, ejecutados con una elegancia y una calidad que asusta. Asusta y sorprende que se graben discos así por aquí, cuando lo que prima hoy en día es lo fácil e inmediato, lo carente de matices y sutilidades, un pop cada vez más polarizado entre lo mega pijo y lo mega calorro. Entre los temas, uno marchoso de Suburbano, dúo de conocidos y reconocidos autores de grandes canciones populares de ayer y de hoy; dos propuestas con metáforas deportivas incluidas que me encantan (temas 7 y 10) y una preciosa elegía titulada “sueño inmaterial” mi preferencia mayor, especialmente por su letra. Y no se puede hablar de este álbum sin señalar la nueva y encantadora versión que Pedro hace de su número uno de 1970 “A los que hirió el amor” titánica y apabullante balada que hiciera anteriormente el roquero galo Johnny Hallyday con ecos, creo yo, de los británicos Procol Harum. Gloriosa.

No quisiera acabar sin agradecer a un amigo, José Bahón, que fue quien me descubrió la música de Pedro y la de su antiguo grupo Dolores, maravilloso grupo de fusión (ya en los años 70) de vanguardia, donde militaban los hermanos Jesús y Jorge Pardo por ejemplo, que incluso grabaron lo que a mi juicio es una rotunda obra maestra (letra de Hilario Camacho, música de Pedro) de la canción española “La niña de los Montoya”. Pero esto constituye ya tema para otro comentario…


abuineitor

lunes, 24 de septiembre de 2007

Joan Baptista Humet-Solo bajé a comprar tabaco



“Ay, señor compositor
que ha vuelto del olvido
¡Qué puede haberle
convencido, si no es amor!”


Voy a hablar del que, probablemente, es uno de los discos más importantes para mí desde un punto de vista sentimental, no tanto por su contenido sino por lo que representa. Podría decir que las canciones de Joan Baptista Humet han ido conmigo toda la vida.

Humet siempre ha sido un cantautor especial, distinto, de la misma manera que el resto de cantautores nos ha acompañado a lo largo de nuestra vida despertando la conciencia social, él era otra cosa, porque no solo hacía esto, sino que además iba despertando nuestras conciencias como personas, como individuos aislados dentro de una sociedad difícil. En su disco “Aires de cemento” él cantaba a “Un barrio” que era como mi barrio, donde yo viví mis primeros años y mi adolescencia. Nadie cantaba en aquellos momentos a un barrio de trabajadores de la periferia, donde a veces aparecían pintadas de carácter político que eran borradas inmediatamente, donde la gente luchaba por sobrevivir en el día a día.

Se retiró de los escenarios en 1986, y ahora este disco ha representado su vuelta al mundo de la música. Su vuelta, igual que su retirada, ha sido por voluntad propia. Pienso que ha vuelto porque un cantautor no puede dejar de serlo nunca, como expone muy bien en su primer tema “El Regreso”. Creo, además, que lo ha hecho por darnos esa satisfacción a sus seguidores, muchos de nosotros hemos estado encima de él durante mucho tiempo, pinchándole continuamente para que volviera.

Y regresó con este disco en Noviembre de 2004, lo presentó en la sede de la SGAE de Madrid, delante de unos cuantos de sus admiradores mas cercanos. Un acto muy emotivo que nunca se me olvidará. “Solo bajé a comprar tabaco” es una especie de saludo a quienes hemos estado esperándolo, 18 años no son nada, solo fue a comprar tabaco y ahora ha vuelto. Este disco fue grabado en Barcelona, producido por el propio autor, publicado por Validance, y distribuido por Actual Records. La letra y la música de todas las canciones es de Joan Baptista Humet y los arreglos y la dirección musical de Josep Mas “Kitflus”.

El trabajo comienza con “El Regreso”, canción con la que Humet intenta explicar (o explicarse a si mismo) por qué un cantautor lo deja todo y desaparece, y por qué un día decide volver. Esta canción dice mucho de su autor, es su historia y son sus motivos. Pero para mí es mucho más, porque Humet describe en ella la esencia de un cantautor, porque estoy convencida de que ser cantautor es una forma de vida y no una profesión. A Humet “De pronto un cable se le cruzó/ ante aquél vértigo repentino/ cerró la puerta del camerino/ tiró la llave y desapareció”. Pero quien nace cantautor siempre lo será, aunque se quede callado, aunque desaparezca de la vista del público, así que “un día vino a reconsiderar/ si algunos cambios no estarán prohibidos,/ si uno no es mas que lo que siempre ha sido/y ya no hay forma humana de escapar…”

No ha incluido ninguna de sus canciones clásicas, todos los temas son nuevos, pero en este disco, Humet demuestra que es el mismo que era, sus temas siguen representando lo que fue y lo que será siempre, una persona preocupada por lo que nos rodea cotidianamente, por lo que nadie quiere ver. Quien si no Humet podría retratar de una forma tan certera, mediante una canción, a la gente que tiene que venderse para sobrevivir, a la marginación, a los que están en la calle buscándose la vida como pueden. Le canta a un “Chapero de Fuencarral”, a quien trabaja en un bar de alterne “Para Aurora”, a un “Cantor callejero”, que tuvo un hogar y lo perdió por el camino. Humet siempre le ha cantado a quien no tiene voz, su principal éxito de público y por el que todo el mundo lo recuerda es “Clara”, donde cuenta la historia de una joven hundida por la heroína, un hecho muy frecuente en los años en que la compuso. Y dentro de esta tendencia quiero citar “Dama de una noche”, “El travesti”.

También ha sido habitual en su carrera cantar a su entorno, a su familia, a sus amigos, a sus experiencias personales, aquí incluye “Dentro de nada”, “Seda”, “El jugador”. Algunas de las canciones de la discografía de Humet que más me gustan van en este sentido, entre ellas algunos de sus temas mas conocidos “Terciopelo” “Gemma”, “Rodando, rodando”, “Su majestad”.

Y como no podía ser menos, una de las facetas de la canción de Humet que me entusiasma especialmente, es aquella en que el autor se vuelve hacia si mismo, yo diría su aspecto más intimista, aquí incluiría algunas de mis preferidas: “El Regreso”, “Quién tiene un sueño” y “Me paga ya la vida”. También en esta línea van algunas de las canciones históricas del artista y que le hicieron muy popular, como “El Invento”, “Solo soy un ser humano”, “Que no soy yo”.

Y muy a mi pesar, aquí me quedo, lo hago con una estrofa de “Me paga ya la vida”:

“Cuantas veces creí que ganaba si competía
y pasaba al que iba unos metros delante de mí.
Cuantas veces negué que viviera a la defensiva
y viví atenazado, hasta el día que reconocí
que no hay combate ni enemigo,
es contra mí que voy herido.”


Canciones del disco:

1. El Regreso
2. Cantor callejero
3. Dentro de nada
4. Seda
5. Chapero de Fuencarral
6. El jugador
7. Amigo corazón
8. Ay, mi bien
9. Quien tiene un sueño
10. Para Aurora
11. Me paga ya la vida
12. Hoy te vuelvo a ver

María Gracia Correa

jueves, 20 de septiembre de 2007

Quique González-Personal




Voy a empezar contando una pequeña historia, que como toda buena historia que se precie tiene visos de ser falsa.

A eso de principios de los años sesenta en USA una nueva generación de cantantes folkies (sí, la de Dylan) irrumpe en el panorama musical del ya por entonces mundo globalizado en que vivimos. Recogiendo el testigo de Pete Seeger o Woody Guthrie además de caracterizarse por poseer inquietudes literarias, revitalizan el folk. Hasta el punto de arrastrar con ellos a los viejos y olvidados bluesmen que ahora, es decir, en los sesenta, son recibidos como maestros con todos los honores (Son House, John Hurt, etc). Por aquel entonces la juventud globalizada anda también enloquecida por el rock’n’roll edulcorado de los grupos beat con mucho ritmo y muchos flequillos, pero poca enjundia en los textos. Seguramente a muchos se les pasaría por la cabeza que el que consiguiera aunar el ritmo y la fuerza del rock con unas letras más elaboradas y menos banales, como las de los singer-songwriters, lograría algo grande.

Posiblemente eso debió pensar Dylan cuando se electrificó, y, eso debieron pensar –afortunadamente- los mismísimos Beatles que desde que empezaron a escuchar al americano empezaron a merecer la pena. Y esto mismo debió de pasar por la cabeza –ya en nuestro país- de Joaquín Sabina cuando cambió el modelo folk Hilario Camacho de su estilo por el de Miguel Ríos (y esto último es conjetura) aunque manteniéndose fiel a sus letras. No obstante, para mí, tanto Dylan como Sabina no dejan de ser unos intrusos en el mundo del rock y creo que ellos lo saben. Por tanto la vacante en el trono de cantauroquero (valga el término) seguía sin tener nombre y apellidos hasta que llegó el bueno de Bruce Springsteen y se hizo con el poder sin problemas de un reino que en realidad no existía. Pues bien, según yo lo veo, en España a día de hoy, es Quique González quién puede reclamar sus derechos reales del auténtico y más genuino cantauroquero patrio.

Tiene Quique, como su compañero y colega Carlos Chaouen, la rara habilidad de escribir de tal modo que parece que no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo en una sola canción. Son textos que resultan tenuemente oscuros pero eso forma parte de su encanto, de su misterio. Desde luego donde no hay concesiones es en el aspecto musical: desde la foto de la portada de éste su primer disco en que Quique se deja fotografiar con mi guitarra favorita: una Fender Telecaster, del 78 para ser más precisos, hasta el desfile de instrumentos que engrosan el fondo de armario de cualquier roquero de pro (guitarras acústicas y eléctricas, batería, bajo eléctrico, órganos, piano, armónica, amplificadores guitarreros…). Y para aliñar toda esta ensalada cuenta Quique en este debut con la producción de Carlos Raya, productor y músico roquero y guitarrero curtido en innumerables batallas musicales. Sin embargo, al hablar de este álbum no podemos olvidar que fue de la mano y gracias a la amistad de Quique con Enrique Urquijo (Secretos) como llegó a poder grabarse según tengo entendido. Por cierto que con éste comparte estilo en su modo de cantar así como de otro ilustre personaje de la misma generación de los años ochenta: Antonio Vega.

Canciones:

1.- Personal
2.- A veces se me olvida
3.- No te arrepientas
4.- Conserjes de noche
5.- Cuando éramos reyes
6.- Músico de guardia
7.- Se nos iba la vida
8.- De tanto que lo intenté
9.- Con vistas al mar
10.- El contestador
11.- Fito

Una ópera prima, publicada en 1998, que es, como su propio nombre indica, personal. Muy personal en realidad, porque el protagonista de las canciones suele ser el propio autor; hay excepciones claro, como “Fito” dedicada al músico argentino Fito Páez creo. Pero yo destacaré la canción que más me gusta porque me pone a cien por hora cuando la oigo: “Conserjes de noche”. Un canto arpado y agonal dedicado a la nostalgia de un amor urbano, demasiado urbano, por bromear un poco con Nietzsche…

“Tu siempre estabas dispuesta,
es domingo por la tarde
la suerte es una ramera de primera calidad
y los conserjes de noche
cuidan de los hostales
y todas las camareras que quisieron escuchar.
Es una historia que se escribe en las postales
con la necesidad de madrugar los lunes.”


abuineitor

martes, 11 de septiembre de 2007

Rodrigo-Todas sus grabaciones



RODRIGO-Todas sus grabaciones (1975-1987)

Este cd resume (salvo porque acaba de publicar un trabajo nuevo) la obra del más dylaniano de nuestros cantautores, con permiso, eso sí, de don Andrés Calamaro, aunque en realidad es al revés. Una voz y una manera de escribir muy personal caracterizan el estilo del maestro Rodrigo García Blanca, el más refinado –escribiendo- a mi modo de ver de los “cuatro magníficos” CRAG, o, lo que es lo mismo: Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. Es una bendita maravilla y un prodigioso milagro que a día de hoy exista en España una discográfica como Rama Lama que reedita discos tan raros e inencontrables como los que forman parte de esta publicación. Al mismo tiempo, me quejo de lo poco que esta discográfica se esmera en reproducir las ediciones originales, las portadas, de estos discos, sobre todo teniendo en cuenta que los potenciales y actuales compradores de su catálogo somos más coleccionistas que consumidores de música. Pero bueno, bien es verdad que siempre incluyen un texto informativo escrito por especialistas que resulta un complemento estupendo al contenido musical.

Este cd consiste en la reedición de nada menos que tres lp’s o long plays como se decía cuando yo era adolescente, de Rodrigo. Así, el primer cd (pues es doble) está dedicado a “Canciones de amor y sátira” de 1975 y el segundo a los discos “Rodrigo” y a “Solera reservada” de 1980 y 1987 respectivamente. Como fácilmente se comprenderá y dada la diferencia de años, las grabaciones resultan harto diferentes. La primera, es decir, el primer disco, es contemporáneo precisamente del mítico “Señora azul” de CRAG y goza de una similitud de sonidos con éste, no siendo parecido en cuanto produción, por cuanto, según yo lo veo, se echa de menos la mano de Rafael Trabucchelli. No obstante, algo queda del sonido Trabuchelli puesto que los fondos orquestales los firma Miguel Ramos que era precisamente el organista que solía trabajar con el genial productor italiano. La segunda apareció al principio de los “movidos” años ochenta y goza de la elegante producción de Joaquín Torres, de quien tengo excelentes referencias en mi discoteca por el “Subir, subir” que produjo también por aquellos años a Hilario Camacho, o por haber producido a Enrique Urquijo o a los increíbles 091. Finalmente “Solera reservada” aparece como consecuencia lógica de una revitalización de los CRAG a mediados de los años ochenta en los que como grupo editarán dos discos de sutil y quintaesenciado pop de autor para adultos o jóvenes con más de dos dedos de frente.

Temas:

Cd 1

1.- Victoria
2.- Don fulano de tal
3.- Ana
4.- Quiero que seas mi dama
5.- El leñador
6.- El gato
7.- Y así, mi amor
8.- Vete tranquila niña

Cd 2

1.- Laura
2.- En el sofá
3.- Doña Josefina
4.- Niña Luisa
5.- ¿Adónde vas Pilar?
6.- Una canción mientras tu duermes
7.- Rondar la madrugada
8.- Charo
9.- La abuelita Berta
10.- Déjame deshacerte la cama
11.- Solera reservada
12.- Amor primero
13.- De casamiento
14.- Cuarto menguante
15.- Boceto
16.- Canción del Atlántico
17.- Fiona
18.- Sellado en el secreto
19.- Fiesta de Carnaval
20.- Sortilegio de muerte


Rodrigo puede que sea el cantautor que más canciones a dedicado a mujeres y concretamente a mujeres con nombres propios: Victoria, Ana, Laura, Josefina, Luisa, Pilar, Charo, Berta y hasta Fiona, hala, como la princesa de Shrek. Esto hace que, junto a su delizadeza a la hora de escribir e interpretar, resulte uno de los más románticos y sentimentales autores que tenemos. Desgraciadamente parece que en este país no tienen la repercusión que merecen no ya discos, sino carreras artísticas tan sobresalientes como la de Rodrigo. Lo que si viniera de cualquier autor anglosajón de sexta categoría sería objeto de reseñas, promociones y comentarios elogiosos, y por supuesto conciertos a mansalva –aunque nadie se fije, ni siquiera los plumillas, en los contenidos de lo que canta porque no importa, si es en inglés estará bien- en nuestra tierra, aun siendo jamón de pata negra, es disfrutado por minorías dentro de minorías. En fin...

Me gusta especialmente el disco homónimo del autor porque además de que es de las tres mi producción favorita, creo que es donde Rodrigo está más comedido y equilibrado en su voz, lejos de los guiños dylanescos de la época de “Señora azul”. Además, en este disco todavía no se ha contagiado de ese sonido más nuevaolero de su siguiente propuesta, que incluye ritmos jamaicanos y canciones más pop (aunque eso sí con un pasodoble procelibato incluido cual rara avis) y arreglos de guitarras y teclados henchidos de blanca palidez y desvaída suavidad sonora. Lo mejor, sin duda, los textos, con ese estilo pictórico tan característico y tan único de Rodrigo y esto vale para los tres.

Me cuesta decir esto pero se trata de unas grabaciones de culto de un artista de culto. A ver si en breve pasara un ángel por España y trastocara las cosas y aunque Rodrigo siguiese siendo un cantautor de culto, gozara por lo menos del mimo y el reconocimiento que merece, como merecen muchos otros ilustres olvidados en nuestro país...

Y, por supuesto, los que no lo conocían y lo descubran por vez primera, disfrútenlo, no se arrepentirán.

abuineitor

lunes, 27 de agosto de 2007

Raimon-Recital de Madrid



DISCO 1
1. La nit
2. So qui so (Joan Timoneda)
3. Qui ja ho sap tot
4. El País Basc
5. Al vent
6. Sobre la por
7. Sobre la pau
8. T'adones, amic
9. T'he conegut sempre igual
10. Inici de càntic en el temple (Salvador Espriu)

DISCO 2
1. Jo vinc d'un silenci
2. Quatre rius de sang
3. Es veu
4. 18 de Maig a la Villa
5. Indesinenter (Salvador Espriu)
6. La muntanya es fa vella
7. Quan jo vaig nàixer
8. Cançó del remordiment
9. D'un temps, d'un país
10. Diguem no
11. Sobre la por
12. Diguem no

Música: Raimon
Letras: Raimon, salvo allá donde se especifique
Grabado en directo el 5 de Febrero de 1976 en el Pabellón de Deportes de Madrid
Comentarios.

El Recital de Madrid es uno de los mejores discos en directo de la canción de autor de los años 70. Grabado el 5 de Febrero de 1976 en el Pabellón de Deportes de Madrid, el recital tuvo primordialmente una importancia política antes que musical. Dicho concierto se celebró en pleno inicio del intento de una apertura democrática a la que era opuesto parte del gobierno, al igual que su entonces presidente Carlos Arias Navarro (el denominado "búnker"), a pesar de haber concedido ciertas amnistías parciales a algunos presos políticos. El año 76 fue especialmente revuelto, especialmente por esa oposición a la apertura que el "búnker" llevaba a cabo mediante la represión policial, la huelga casi general que había en las principales ciudades, las manifestaciones pro-amnistía y, por si todo esto fuera poco, los atentados de ambos signos que no hacían presagiar un buen desenlace al cambio democrático. En este marco revuelto es en el que Raimon pretende hacer cuatro recitales en Madrid, siendo este disco el testimonio sonoro del primero de ellos.

Tanto el cantante como la organización quisieron impregnar el concierto con un marcado cariz político en el que se intentara simbolizar la unidad de las fuerzas políticas de izquierdas. Para ello, la organización reservó una fila 0 en la que se sentaron el socialista Felipe González, Simón Sánchez Montero, uno de los dirigentes del PCE; y el héroe sindical Marcelino Camacho, casi recién salido de prisión gracias a la primera amnistía parcial otorgada, entre otros líderes políticos y sindicalistas (algunos de los cuales no se portaron demasiado bien con el cantante de Xátiva al llegar al poder). La audiencia recibe a estos invitados al grito de "¡Unidad, unidad!". Para Raimon, por su parte, el concierto también está marcado tanto política como personalmente; personalmente porque fue la primera vez en ocho años que tocaba de nuevo en Madrid debido a la prohibición que le impusieron tras el recital ilegal que dio en la Facultad de Económicas (hoy Geografía e Historia) de la UCM; y políticamente, porque, como explica al principio del recital, éste le iba a servir para cantar todas aquellas canciones que le habían venido siendo prohibidas interpretar en público.

Ese ambiente de revuelta política se puede oír perfectamente en las voces del público: lo primero que se oye al reproducirlo son los gritos de "¡Unidad!", "¡Amnistía!" y "¡Libertad!" que lanza el público. Se nota también en la manera tan fervorosa con la que el público recibe las más significativas de Raimon, consiguiendo que el concierto fuera mitad mitin político, mitad recital musical. Lo que no recoge el disco, pero que explicaría Raimon después, fue que el que mandaba en los policías que allí vigilaban a la audiencia amenazó con gasear el local porque oía injurias al rey y vivas a la república; en esa ocasión, la sangre fría de Anna-Lissa, la esposa de Raimon (destinataria de aquel precioso "Com un puny") evitó una catástrofe al aconsejar al policía hablar con sus superiores antes de proceder.

El concierto transcurre entre los gritos de la audiencia enfervorecida, sintiendo la libertad por fin de gritar en los conciertos, con Raimon presentado cada una de las canciones y traduciendo total o parcialmente sus letras o las de Espriu o Timoneda. Dentro de todo su repertorio, hay una canción que escapa a la significación política del resto: se trata del poema "So qui so" del poeta catalán del siglo XVI Joan Timoneda, siendo prácticamente ésta la única canción de "amor cortés" que Raimon interpreta. El cantante de Xátiva comienza su actuación con una de sus canciones más antiguas, "La nit", una canción que muy al principio solía escapar a la tijera del censor gracias a su juego de símiles y metáforas y que consistía en una comparación entre la dictadura y la noche entendida negativamente. Desde ahí repasa toda su historia político-musical. Entre sus propias letras cuenta, entre otras, con canciones tan emblemáticas como "T'he conegut sempre igual", dedicada al perseguido político Gregori López i Raimundo; el poema solidario "El País Basc", una canción que se solidarizaba con el pueblo vasco al tiempo que denunciaba la represión que sufrían, fue uno de los más aplaudidos; la canción dedicada al "Che" Guevara, "Sobre la pau"; el canto a su tierra en "Quatre rius de sang"; y dos históricas de las más prohibidas: la épica "Al vent", que confiesa haber escrito a los 18 años con toda su inocencia, pero también con toda su fuerza, y "Diguem no", esa estupenda balada que denuncia y renuncia a un mundo violento e injusto. Muy significativa es la inclusión de "18 de Maig a La Villa" (18 de Mayo en La Villa), que expresa las emociones que tanto él como el público sintieron durante aquel recital en la Universidad Complutense el 18 de Mayo de 1968. Interpreta también dos canciones inéditas como son la queja de clase de "Jo vinc d'un silenci" y "Es veu", una irresistible balada cargada de esperanza. Canta también dos canciones hechas sobre los poemas de su poeta contemporáneo favorito, Salvador Espriu, que la audiencia madrileña había conocido gracias a él: "Inici de càntic en el temple", dedicada al poeta Joan Salvat-Papasseit, e "Indesinenter", palabra latina que significa "incansablemente". Además el cantor valenciano sufre una graciosa anécdota cuando quiere interpretar temáticamente "Sobre la por" y "Sobre la pau" seguidas: al arrancarse con la primera sufre un tremendo de amnesia: "Mig perdudes¡Qué equivocación!... Perdonad". Intenta recuperar los acordes al tiempo que explica que no la canta muy a menudo (es decir, que no le dejan). "¡Pues no la toco!", bromea, pero promete ensayarla en el descanso y tocarla en la 2ª mitad del recital que se recoge en el 2º disco, y efectivamente, aunque pretendía finalizar con "Diguem no" toca la canción que se le resistía.

No obstante, la audiencia insiste en que no acabe, y Raimon les explica que quiere tocar los cuatro recitales enteros, para lo cual tiene que estar en forma. Aún así ofrece un bis tocando "Una canción que vosotros habéis hecho vuestra porque la habéis cantado mejor que yo: "Diguem no".

Aun así, al día siguiente el ministro de la gobernación, Manuel Fraga Iribarne, al igual que haría con otros espectáculos, suspendió los otros tres recitales seguramente debido al informe policial de aquel señor que quería gasear el local. Este hecho aparece en el disco: se pueden observar en la portada una serie de cuatro números racionales que representan una cuarta parte de los cuales todos están tachados menos el 1/4, al tiempo que el diseño del título asemeja aquel temible sello de la gobernación civil que prohibía o limitaba los espectáculos y los textos.

Este disco, a mí entender, es uno de los más importantes de la canción de autor catalana y española en general, y uno de los directos más potentes. El hecho de que plasme, gracias al público, un momento político y social de especial relevancia para el país, le hace ser un documento importante no sólo a nivel musical, sino también histórico.

Gustavo Sierra

miércoles, 22 de agosto de 2007

Francisco Espinosa-En boca de todos



Hay un momento, que toda canción,
busca el hechizo de oirse en la voz,
y estos acordes han llegado aquí
con el encargo de sobrevivir”


Este comentario que me atrevo a escribir a continuación es un tanto especial, porque el disco sobre el que hablaré es obra de uno de los colaboradores de este blog, un buen amigo y responsable de que yo esté aquí escribiendo sobre la música y la canción de autor que mas me gusta.

El disco se llama “En boca de todos”, me resultó muy curioso el título, pero no acabé de entender el sentido hasta que lo tuve en la mano y lo escuché. Antes diré algo del cantautor, no lo hago porque seamos amigos, sino porque creo que merece el reconocimiento. Fran Espinosa es una de esas personas que luchan con todas sus fuerzas por la canción de autor, lo hace no sólo como autor o compositor, sino apoyando a otros artistas, grandes y pequeños, defendiendo este arte en todos los foros posibles. Y por otra parte no olvida un componente importante de esto de la canción de autor, no se olvida de los aficionados, de los que se interesan por el tema como espectadores o de cualquier otra manera, tiene la capacidad de saber aglutinar a todas las personas con inquietudes respecto a la canción de autor. En ese camino me encontré con él. Su página web es una referencia fundamental para cualquier aficionado o profesional del tema, entre otras cosas dispone de la mejor sección de enlaces a páginas de cantautores de la red.

En cuanto al disco tengo que decir que tanto la letra como la música de todas las canciones están compuestas por Francisco Espinosa, sin embargo, solo una de ellas es cantada por el autor, la última, “Agonía maldita”. El resto de las canciones son interpretadas por sus compañeros de viaje, cantautores y músicos de varias partes del mundo, voces distintas, unas dulces y delicadas, otras recias y duras, en solitario o en grupo, todas con personalidad, con la fuerza de gente que cree en lo que hace.

El disco se publicó en 2006 y consta de 19 canciones, 17 en castellano y 2 en catalán. Como siempre, me falta espacio, así que solo destacaré las que personalmente mas me interesan. El tema inicial se titula “Me entrego a la razón” y es cantado por Olga Andrés, su primera estrofa dice mucho del artista, al menos eso pienso: “Espantando sentimientos / que se agitan con pasión / lanzo mi canción al viento / y me entrego a la razón”

La segunda “Luna de Agosto”, es una canción que anda acompañándome en este largo agosto sevillano, cantada por Alonso Núñez, una voz dulce para una canción que evoca nostalgias. Otra de mis preferidas es “El tiempo de los besos robados”, con Gerardo Peña, su estribillo “Hoy que estás conmigo …¡quedate, no te vayas!”.

Me gusta especialmente el tema que canta Malabache, está en catalán y es una de las primeras letras que conocí de Francisco Espinosa, “Visc només amb tu” (solo vivo contigo), una canción preciosa y un acompañamiento de piano genial. Y también quiero señalar “Hay un momento”, cantada por Nery González, una de cuyas estrofas encabeza mi comentario.

Y desde luego no puedo dejar de mencionar una canción que va en una línea diferente al resto del disco, una canción basada en la ironía, está cantada por Carlos de Abuin, es muy divertida, habla del peligro de los móviles y no precisamente por las radiaciones que emiten, se llama “Y se portó”…¡Vaya si se portó!

Pero para terminar lo hago con llegendes (leyendas), cantada por Xavier Pintanel, porque una de las facetas de la canción de autor que creo que no se debe olvidar, que le da gran parte de su sentido y la devuelve a sus origenes, es la función social, la facultad de pinchar a quienes la escuchan, y hacer recordar que las cosas son como son, y no como parecen ser, que decía Carlos Cano en una canción.

Llegendes (Leyendas)

“Sempre conten les llegendes (Siempre cuentan las leyendas)
històries, temps era temps, (historias de mucho tiempo atrás)
de dracs mágics i princeses, (de dragones y princesas)
de bruixes i encantaments. (de brujas y encantamientos)

Pèro el que mai ningú ens explica (Pero lo que nadie nos explica)
Són històries de debò (son historias de verdad)
Del carrer, del dia a dia (de la calle, del día a día)
I de gent com tu i com jo. (y de gente como tu y como yo)

De una feina que no agrada (de un trabajo que no nos gusta)
D´una vida que se´n va, (de una vida que se va)
D´una dona maltractada (de una mujer maltratada)
D´un amor que no vindrá. (de un amor que no vendrá)
D´això no se´n vol parlar” (de eso no se quiere hablar)


Canciones del disco:

1. Me entrego a la razón (Olga Andrés)
2. Luna de Agosto (Alonso Núñez)
3. Viviendo un poema (Joaquín Lera)
4. Azul (Alejandro Santiago)
5. Hoy que me voy (Javier Prieto)
6. El tiempo de los besos robados (Gerardo Peña)
7. Visc només amb tu (Malabache)
8. El mar y tu (José Manuel Lattus « Chiclo »)
9. Quien estuviera (Ivan y Josito)
10. Hay un momento (Nery González)
11. Y se portó (Carlos de Abuín)
12. Aquí prosigo (Norge Bautista)
13. Vuelvo a ti (Diego Andrés)
14. Sobreviviré (Juanjo Montecinos)
15. Volveré a despertar (El factor sorpresa)
16. Llegendes (Xavier Pintanel)
17. Que se vayan (Fran Reca)
18. Estar sin ti (Nueva Luna)
19. Agonía maldita (Francisco Espinosa)



María Gracia Correa

domingo, 19 de agosto de 2007

Miguel Dantart-Bipolares





A mediados de los años noventa –como es sabido- una nueva generación de cantautores irrumpe en el panorama musical de este país. Nacidos al abrigo de pequeños bares madrileños que empezaron a incluir actuaciones en directo entre su oferta musical enlatada nocturna, y, que contrastaban con aquellos cantautores de los setenta que hacían sus primeras armas en universidades, colegios mayores, y demás lugares y eventos más o menos politizados. Una generación que, dicho de paso, no tuvo que bregar con la omnipresente movida nacional como fue la generación de cantautores de los años ochenta, que, salvo en el caso de algún ilustre nombre, lo tuvo bastante difícil para acceder a un público deseoso de disfraces y música sin demasiados compromisos, no ya políticos, sino en muchas ocasiones, ni siquiera intelectuales.

Así pues, en los noventa, cantautores como Miguel Dantart, ni tenían que partirse la cara con un régimen totalitario ni tenían que resultar pintorescos o cantarle a temas tan “profundos” como a sus agüitas amarillas o al marcapasos de una tal Marta. Quizás por eso, artistas como Miguel pudieron ser más libres que nunca y mucho más personales y cantautores que nunca; sirviendo en la mesa del banquete público un sentir y un parecer más propio que nunca del mundo que les rodeaba.

Miguel empezó apoyado por una multinacional, con todas las ventajas e inconvenientes que esto supone (entre las ventajas una que siempre le envidiaré y así se lo he hecho saber más de una vez, la de haber tenido por colaboradoras en su primer disco a las extraordinarias Vainica Doble). Aquel disco, ahora descatalogado (si alguien sabe donde puedo encontrar un original que me lo diga) tuvo gran repercusión pero sin embargo no consiguió suministrar a la audiencia una rápida secuela por cuanto el disco del que nos ocupamos “Bipolares” que fue su continuación, tardó seis años en salir. Claro que, la culpa la tuvieron unos estudios universitarios que llenaron la pausa entre los dos álbumes...

Entre los que nos dedicamos a la canción de autor suele ocurrir que nos perdamos en uno de estos dos extremos: o bien nos da por cantar temas serios y nos pasamos de trágicos, o bien nos da por lo contrario y nos pasamos de graciosos. En el caso de Miguel Dantart creo que consigue ese apetecible equilibrio entre lo trágico y lo cómico dando a sus canciones esa pátina de, digamos, “buen rollo”, o mejor, moderado optimismo vital que siempre admiro en obras ajenas. El otro ejemplo que se me ocurre así, de pronto, de este tono en un disco es el “No cambies por nada” de mi siempre reverenciado Hilario Camacho.

Temas:

1.- Mundo alborotado

2.- Amor de mis amores

3.- El arte que repartes

4.- Pequeño cine estudio

5.- Mil caras

6.- Las cosas bonitas...

7.- Desde el exilio

8.- Yo no sería igual

9.- Amapolas sagradas

10.- Tírame un beso

11.- De par en par

12.- La procesión va por dentro



Destaco “Mundo alborotado”, “El arte que repartes”, “Las cosas bonitas...”, “Mil caras” o “Tírame un beso” porque son canciones que con sus ritmos sincopados y sus letras tan particulares me amigan otra vez con las alegrías de este valle de lágrimas que es el día a día. Y por supuesto “Pequeño cine estudio”; con sus toques electrónicos, la hermosa y poética letra y el estribillo poderoso, y, muy especialmente, por el contenido de ese estribillo:

“Hoy te traigo un souvenir
del país de una cabeza,
con cien pájaros que rezan
por tu aparición.
Aunque tú nunca sabrás
Llevas vidas tan secretas
Que has crecido como yedra
Por mi habitación”.


El disco está grabado tocando las bases con un grupo en directo –los demás instrumentos son overdubs (perdón por el palabro)- lo que le da una frescura singular, el grupo quiero decir. La producción corre a cargo de Javier Campillo ex –Tam Tam Go, notable grupo de los 80 por cierto, que de todo hubo en la viña del señor.


abuineitor

lunes, 30 de julio de 2007

Hilario Camacho-De paso



Por razones que sería largo explicar vamos a comentar este disco a medias Antonio Gómez y yo.

Descubrí la música de Hilario, como muchos, por la famosa serie de tv "Tristeza de amor". Años después tras varios avatares biográficos acabé encantautorizándome; lo cual hizo que me interesara, en esta ocasión, más intensamente por el género, aproximándome a la obra de artistas por los que hasta entonces había pasado de puntillas.

Hace algunos años me compré, exponiéndome a las crudas eventualidades del destino, un recopilatorio de Hilario Camacho titulado "Lo esencial". Allí, en concreto, encontré una canción, sin la cual ya no podría vivir que se titula "El agua en sus cabellos", además de otras que también llamaron mucho mi atención. De éstas, varias habían sido extraídas del disco que nos ocupa "De paso". Así pues, un día u otro yo tenía que acabar poseyendo ese cd, porque, afortunadamente, existe una reedición en digipack estupenda y muy fácil de encontrar, ya que el vinilo original se publicó en 1975 y ese sí que debe ser inencontrable. Pues bien, hace una semana (he tardado mucho lo sé) por fin me hice con este portento.

Tras una semana de asiduo asalto al equipo de música y a los cascos, carátula en mano, puedo prometer y prometo que me encuentro absolutamente rebasado por el embrujo de este álbum. No hay nada que no me guste en él, por gustarme me gusta hasta como huele... Me parece una obra maestra en muchos sentidos, no solamente de música de autor, que también lo es, sino de hippismo con eñe, de folk nacional, de rock ácido, de improvisación jazzística, de interpretación vocal e instrumental, de elegancia poética, de producción desinhibida y libre etc.

Ahora que ya lo tengo, je je, puedo decir (qué morro) que como me entere que alguno de los que denominan a sí mismos como cantautores, no tenga este cd o no lo haya escuchado todavía, le denuncio a la Santa Hermandad para que lo manden a servir al rey como galeote.

Pero, en fin, y bromas aparte, como de los intringulis del meollo del acontecimiento, sabe más Antonio Gómez, como que formó parte del mismo, concluyo aquí mi intervención y paso a darle "De paso" paso, para que continúe con el comentario.

abuineitor

Recojo el testigo que me pasa Carlos, que cuando dice que yo sé más del disco de Hilario debe referirse a que, por razones cronológicas, me tocó vivir muy de cerca tanto el proceso de creación de algunas de sus canciones como, después, su grabación.

A mi también me parece que "De paso" es probablemente el mejor de los discos de Hilario Camacho, aún aceptando eso de que sobre gustos no hay nada escrito. Intentaré explicar brevemente por qué me lo parece destacando en primer lugar el momento en el que fue grabado, cuando Hilario tenía 27 años y se encontraba en plena creatividad. Había tenido dos años antes la experiencia de grabar su primer LP de la mano de Alain Milhaud, con una esplendida producción que marco un hito en su momento, pero también había vivido un proceso de independencia y de crecimiento artístico que le exigía liberarse de toda tutela y grabar el disco que realmente ansiaba hacer.

La posibilidad la encontró en el sello Gong, de Movieplay, recién creado y en el que grabarían buena parte de los cantautores más destacados del momento (Pastor, Labordeta, Pablo Guerrero, Elisa Serna, Adolfo Celdrán, Batallán, Carlos Cano, Antonio Mata, La Bullonera, Lole y Manuel, Triana, y la edición en España de la Nueva Trova Cubana y la Nueva Canción Chilena, entre otros).

En los años anteriores, Hilario, además, había ido evolucionando sus formas musicales con el gran eclecticismo de toda su vida, siempre aprendiendo para lo que cumplieron un papel fundamental dos de los músicos que entonces le acompañaron y que están en "De paso": el guitarrista Jean Pierre Torlois, y el pianista Jesús Pardo. A la hora de la grabación se les unieron el saxofonista Jorge Pardo (que no estoy seguro si era el primer disco en el que participaba, pero que por ahí andaría, porque era un chaval), el percusionista Xavier Estrella y el batería José Antonio Galicia, junto al bajista Quique Quintana. Era prácticamente una representación de lo mejor del jazz más joven que se estaba haciendo entonces en Madrid, y ese aire nuevo que ellos aportaron en unos arreglos colectivos se nota en el disco.

"De paso" contiene, y eso es lo fundamental, un puñado de canciones que Hilario había ido escribiendo en los años anteriores (alguna, como "El agua en tus cabellos" ya la cantó en el primer recital de lo que luego sería el grupo Canción del Pueblo en noviembre de 1967) entre las que se encuentran unas cuantas que no dudo de calificar de obras maestras, y que, coincido en ello con Carlos, debería estudiar cualquier aficionado a la canción de autor que se precie. Está, sobre todo, esa joya de la música popular que es "Volar es para pájaros", con letra de Pablo Guerrero, que desde mi punto de vista es la exposición más completa que nunca ha hecho Hilario en una de sus canciones de su propia personalidad, de la permanente lucha que en él y en sus composiciones ha existido entre la realidad y el deseo. Pero, es que, junto a ella figuran "Dolores, Dolores", "El agua en tus cabellos", "Princesa de cera" y "Cuerpo de ola".

O los dos instrumentales, que muestran una faceta de Hilario como músico e instrumentista, que sólo practicó en esta ocasión y, como colaborador, en un disco del asturiano Daniel Vega de aquella misma época.

He dejado aparte "El peso del mundo", basada en el poema de Ginsberg y en la que queda más patente que en ninguna otra de las composiciones del disco ese aire de "hipismo con ñ" que dice Carlos y que, efectivamente podría ser la ideología general del álbum. Personalmente no es el tema que más me gusta del disco, casi la única pega que yo le pondría. Tal vez se trate de que me resulta demasiado evidente en ella ese toque jipi, tanto en la letra como en la música, en la que colaboró Jean Pierre, y las canciones de Hilario nunca han sido evidentes.

En la carrera de Hilario "De paso" es un disco fundamental, un final y un comienzo al mismo tiempo. Un final porque en él llega a un punto de evolución de su música en el que encuentra un modo de hacer personal e intransferible, un estilo propio; y un principio porque a partir de él Hilario va a desarrollar ese estilo a lo largo de toda una carrera que habría de dar excelentes frutos artísticos.

En la música española, "De paso" es un disco seminal, a partir del cual surgen posibilidades creativas que antes no existían y que habrían de germinar en cantautores posteriores.

1. Tiempo al tiempo
2. Volar es para los pájaros
3. Dolores, Dolores
4. El agua en sus cabellos
5. Testimonio
6. Verónica
7. Princesa de cera
8. Pequeña muerte
9. Cuerpo de ola
10. El peso del mundo

Antonio Gómez



sábado, 28 de julio de 2007

Jorge Drexler-Eco

Con los años confirmo que no siempre se está preparado para leer un libro, escuchar un disco o descubrir un artista. Cada uno de ellos tiene su momento y a veces... nunca llega. Tardé años en prestarle atención a Madame Bovary, más aún en leer El Principito (que siendo niña me parecía un tostón y ahora me encanta), y varios años en la facultad de periodismo en escuchar a Jorge Drexler.
Recuerdo que fue mi amigo Angel Carmona, periodista, músico, y desde hace años colaborador en la revista Rolling Stone, quien me habló por primera vez de Drexler. Por aquel entonces publicaba "Frontera", y no me gustó nada. Supongo que estaba en otro momento musical, algo que nunca entendió Carmona, ya que para él era el artista más delicioso que había llegado a sus oídos en aquel momento. Era 1999.
Dos años después llegaba "Sea" y alguién creyó que podía gustarme y acertó. Me gustó y me ayudo a sobrellevar una época oscura emocionalmente. Era un disco lleno de luz y era lo que necesitaba.
En 2003 aterrizó "Eco" y Drexler pasó a ocupar un lugar importante en el altar de mis artistas de cabecera. En definitiva con "Sea" el uruguayo me enamoró y con "Eco" se confirmó este amor tardío.
Entre disco y disco tuve además la oportunidad de conocerle, charlar con él, entrevistarle y comprobé de cerca el talento de este médico metido a músico que había llegado a España de la mano de un admirador: Joaquín Sabina. Le conocí antes del Oscar y le volví a ver un año después del galardón. Ví el mismo hombre ilusionado y enamorado de la música, capaz de mezclar en una sola canción de tres minutos el folclore de su tierra, con los loops más modernos y estilizados del sonido siglo XXI. Y es eso precisamente lo que escucharemos en ECO.
ECO nació a medio camino entre San Lorenzo de El Escorial (Madrid), Montevideo y EEUU. Once canciones (en una primera edición), de aparente sencillez, que fueron reeditadas una y otra vez, hasta que la discográfica exprimió todo el jugo que pudo a un álbum en el que finalmente incluyó el tema oscarizado "Al otro lado del río" de la película del brasileño Walter Salles: "Diarios de una motocicleta". Reediciones, por cierto, que perjudicaron a los que impacientes habíamos comprado el disco recién salido del horno, todo hay que decirlo.
Fue un disco casero, trabajado desde su hogar, rodeado de guitarras y con su ordenador. El mismo que le mantiene siempre en contacto inmediato con su equipo de trabajo en Montevideo, su ciudad. Sobre su forma de trabajo ésto era lo que decía (en la entrevista que le realicé al publicar este disco): "Cuando escribo canciones las mando a mi equipo de producción en Uruguay en Mp3 y ellos me devuelven las primeras aproximaciones también a través de la red. Internet es una herramienta maravillosa, con el único inconveniente de que genera adicción. Me gusta tanto lo que hago que a veces no distingo entre trabajo y ocio. La guitarra es mi trabajo, es una herramienta de exploración personal, pero también es un juego".
Drexler es un inmigrante privilegiado, al menos así se siente por poder ir y venir a su tierra sin problema de papeles. Se trata de no perder sus raíces y también se convierte en el sano ejercicio, junto con la lectura de la prensa diaria, de tener los pies en el suelo.
Cada una de sus canciones son reflejo del momento vital del compositor. Así "Eco" llegó con el 11-S, la posterior invasión a Irak, la crisis del cono sur, de donde es él,... temas suficientemente graves para inspirar conciliadoras canciones como "La milonga del moro-judío". Por eso y porque una noche de copas en Madrid su amigo Sabina le regaló unos versos (escritos en un posavasos) del desaparecido Chicho Sánchez-Ferlosio, que rezaban: "Yo soy un moro-judío que vive con los cristianos, no sé cuál es mi tierra, ni cuáles son mis hermanos (...)".



1. Eco
2. Deseo
3. Todo se transforma
4. Mi guitarra y vos
5. Transporte
6. Milonga del moro judío
7. Polvo de estrellas
8. Se va, se va, se fue
9. Don de fluir
10. Fusión
11. Salvapantallas

Su primer single fue "Todo se transforma", un reclamo de justicia cósmica, o lo que ahora se ha puesto tan de moda y muchos llaman karma. Especial atención para "Guitarra y vos", por la consecución de geniales versos recitados sin apenas respiro.
Les dejo con esta preciosa canción un rico aperitivo de lo que pueden escuchar.

viernes, 27 de julio de 2007

Silvia Comes-Faro




El currículum artístico de Sílvia Comes es, como mínimo, brillante. Inicia su trayectoria acompañando al laureado cantautor catalán Lluis Llach en las giras "Un núvol blanc" y "Un pont de mar blava" como voz solista. Como compositora e intérprete graba dos discos maravillosos junto a la cantante y actriz Lídia Pujol. En ambos trabajos el dúo "Sílvia Comes y Lídia Pujol" intercalan textos de cosecha propia (en catalán y en castellano) con otros de poetas como Gil de Biedma, Luís Cernuda, J. A. Goytisolo, Walt Whitman, William Blake y también algunos componentes de la generación beat norteamericana. El dúo acabará disgregándose tras el álbum "Al entierro de una hoja seca van dos caracoles" (2000). En este paréntesis discográfico S. Comes trabaja como compositora y cantante en el mundo del teatro y colaboraciones de diversa índole artística.

Pero no es hasta después de casi siete años que Silvia graba su debut en solitario bajo el luminoso y evocador nombre de "Faro".

Con "Faro" la cantante catalana se desmarca de sus anteriores trabajos con Lídia Pujol y, a un tiempo, sugiere hacía dónde se dirige a partir de ahora. Todas las piezas, textos como músicas son de su autoría. Comes deja atrás la variedad sonora de sus anteriores entregas con L. Pujol por un sonido global mucho más homogéneo.

Ante todo,"Faro", es un disco de excelentes canciones con un arropamiento musical exquisito. De temática heterogénea, Silvia Comes radiografía la médula de nuestros sentimientos y existencia cotidiana en diez piezas que nos dejan el alma vibrando de pura emoción y belleza. Pero no es un álbum contemplativo y hedonista sin más, posee un hondo calado estético, ético y reflexivo.

La propia Sílvia Comes comenta que "con Faro no pretendo ser la guía de nadie si no más bien reconciliar a la gente que la escucha con las cosas buenas y malas de la vida". El disco es francamente deleitable y, además, cumple muy bien con esa función catártica de la que habla Sílvia.

Abre el cedé "Carta de amor", un mensaje con destinatario incierto pero directo al corazón:

Por amarte estoy mejor
he limpiado mi reverso.
Domesticaste una flor
Mi cotidiano universo.
Te quiero/ me quiero
te quiero/ me quiero
como nunca me he querido antes.

"Días d" describe acertadamente la contradicción vital de nuestro tiempo con destellos de existencialismo:

"Días de guerra al natural,
días de tragar saliva,
días de sol artificial,
y de lluvia corrosiva.

Días de amor superficial
de humedades relativas.
Días de darte todo igual,
y de nadar a la deriva."


En "Calle" hace un retrato de la soledad, el anonimato y el insolidario individualismo de los transeúntes de las grandes ciudades:

"Calle, calle, calle, calle
y no oigo a nadie."

"Mie 2" es el ejemplo de canción-catarsis más clara. Sólo reconociendo y nombrando nuestros miedos podemos asumirlos y reconciliarnos con ellos.

"Miedo al paso de las horas
a los cambios repentinos
a la mínima demora…
al dolor en mi organismo
a manías castradoras
a sufrir casi por vicio
a la mano estafadora.

Pero si tú sigues ahí,
si eso es cierto,
nada me da miedo a mí
ni yo misma me doy miedo…"



Una de mis preferidas es "Tu estufa, mi frío", Comes describe admirablemente lo que ocurre cuando uno tiene lo que el otro necesita y paradójicamente se da el desencuentro.

"Tú con tus trapos, yo con mi polvo
tú pides peras, yo riego el olmo
tú con tu hacienda, yo haciendo hucha
tú con tus armas, yo con mi lucha
tú con tu sed, yo con mi grifo
tú exiges red, yo monto un circo"

Tu estufa, mi frío
Tú con lo tuyo, yo con lo mío."

La producción musical corre a cargo de Gonzalo Lasheras (Luis Eduardo Aute, Jorge Drexler, Javier Corcobado, Duncan Dhu o Esclarecidos) y la propia S. Comes.
Los arreglos, a cargo de Antonio Saúco (4 temas), Eduardo Laguillo (5) y la propia Comes en la pieza "La carabina", son de un equilibrado preciosismo y se mueven próximos al jazz clásico ensalzando en todo momento la tersa y seductora voz de Sílvia.

El selecto grupo de músicos que acompañan a esta vital cantautora son:
Gonzalo Lasheras: guitarras; Antonio Saúco: pianos y órgano ; Eduardo Laguillo: pianos, órgano, programación y percusiones varias; Marcelo Fuentes: bajo; Matthew Simon: trompeta y fiscornio y Vicente Climent a la batería.
El resultado final es un disco de carácter intimista y sobrio con un sonido muy cuidado. Un disco sinceramente recomendable.
Y es que Sílvia Comes es una de las mejores voces del panorama estatal, compone melodías delicadas sin llegar a ser empalagosas, escribe buenas letras y tiene una poderosa voz llena de matices expresivos.
Uno de los mejores discos publicados en este 2007 que esperemos tenga la acogida que se merece.

Título de canciones:

Carta de amor
Días d
La espera
Calle
Mie 2
Radiografía
La carabina
Tu estufa. Mi frío
15-17
Mujer en ruinas.

Grabación, mezclas y producción artística: Gonzalo Lasheras en Estudios Serendipity, Madrid.
Dirección musical: Gonzalo Lasheras y Sílvia Comes.
Producción ejecutiva: Sílvia Comes.
Masterización: Raphaël Jonin - Estudios Dyam, París.
Todos los temas escritos por Sílvia Comes. Fotografías: Sílvia Comes.
Diseño: Studi Juste Calduch. Edita Stres Music. Distribuye: K Industria Cultural. © (2006).

Francisco Martín Soler

jueves, 19 de julio de 2007

Bebe-Pafuera telarañas



Descubrí a Bebe, como no podía ser de otra manera, a través de dos mujeres.

La primera vez que supe de ella estábamos tomando un café (bueno yo un té) en una cafetería mi amiga Beatriz P. Otín y quien esto escribe, y en la tv del local pasaron su videoclip de "Malo". Entonces yo no tenía ni idea de quién era y era la primera vez que escuchaba –y veía- algo suyo. Recuerdo que, Beatriz, siempre tan erudita y tan bien informada de todo lo que a música se refiere, me hizo su ficha artística en un plis plas.

La segunda vez que la escuché fue en el coche de otra amiga y compañera de penas y alegrías musicales, Cristina López, porque tenía puesto el disco de Bebe. Aquí ya se picó mi curiosidad tras escuchar "Ella" que me pareció una melodía, sobre todo el estribillo, muy agraciada y atrayente. Además, y de acuerdo con lo que entonces me dijo Cristina, es una canción que da mucha marcha para afrontar las cosas, una especie de himno de liberación y en pro de la autoestima, y bien cierto es que siempre que la pongo me sube la moral más allá de las lindes de los mismísimos Campos Elíseos o del ultimísimo cielo dantesco.

Pero el disco son muchas más cosas: un suave ritmo ¿bossa? nos acomoda en nuestras butacas cual prefacio de los capítulos que vendrán después. Partes de un cancionero que pretende (y lo consigue) darnos una muestra de los variados registros musicales en que puede desenvolverse Bebe. Y es que esta mujer es ante todo una intérprete de colosal fuerza. Se nota que es actriz. Tanto, que es capaz de sostener la última canción del cd "Razones" solo con su voz y resultar convincente sin hacer alardes de agudos ni de garganta a prueba de bombas.
Otra característica singular del disco es el acento al cantar de Bebe. Esta mujer nacida en Valencia y criada en Extremadura (me siento muy cercano a ella en esto porque yo soy igual de apátrida pues nací en Zaragoza y me crié desde siempre en Madrid) canta con el acento de su tierra adoptiva y consigue una gracia especial que a mí personalmente me encanta (por internet circulan videos de una Bebe previa cantando sin acento alguno por cierto) y me parece uno de los grandes hallazgos de este cd.

Hubo quien comparó a Bebe, con cierto desdén, con la propuesta de Amparanoia. Sinceramente creo que juegan en diferentes ligas pero es que además ni siquiera creo que el jolgorio rítmico de Amparo sea algo a minusvalorar. Bebe Bebe con mayor seguridad de los hontanares de esa obra maestra que es el "London calling" de los ingleses The Clash y cita con gracia en los créditos a la francesa Françoise Hardy quien supongo le habrá influido a la hora de cantar, con ese tono de niña pequeña y ese toque de ingenuidad perversa.

1. Men señará
2. Ella
3. Con mis manos
4. Siempre me quedará
5. Malo
6. Ska de la tierra
7. El golpe
8. Revolvió
9. Como los olivos
10. Cuidándote
11. Siete horas
12. Tu silencio
13. Razones

Dos cosillas antes de terminar. Por un lado reseñar la buena y desprejuiciada producción de Carlos Jean, que creo da una vuelta de tuerca a lo que hasta ahora se había hecho con cantautores. Por otro indicar que Bebe, como bien es sabido, se permite el lujo de despreciar a ese desleal compañero que es el éxito. Olé tus... bueno tus lo-que-sea, pero olé. La lástima es que –por ahora- muchos somos los que nos quedamos huérfanos de un segundo disco.

En fin, que mi canción favorita es "Como los olivos" por la fuerza que tiene... porque me encanta cuando dice tan a su manera aquello de: "te robaré algún cabello para amarrarlo a las trenzas de mi pelo". Bonito ¿verdad?.

abuineitor

miércoles, 18 de julio de 2007

Benedicto-Pola unión











Pola unión: (1976)

1. Os compañeiros (Benedicto)
2. María Soliña (Celso Emilio Ferreiro-Xavier García del Valle)
3. Nosa Señora da Guía (tradicional/ arreglos: Benedicto)
4. Cantar do berce pró víspera de emigrar (Benedicto)
5. Latrica Marica (Benedicto)
6. Dorna (Benedicto)
7. Si vas ó convento de Herbón (popular)
8. Berros de loita (Xosé Manuel Cabada Vázquez/ Benedicto)
9. Enterro do neno probe (Luis Pimentel/ Benedicto)
10. Pola unión (Manuel Curros Enríquez/ Benedicto)


Hace algún tiempo leí el nombre Benedicto como el pionero de la canción de autor gallega en algunos libros conocidos sobre la canción de autor de los años 60 y 70. Concretamente en uno de ellos se hacía eco de la sorpresa de que fuera él el primero o de los primeros cantautores españoles en hacer una canción contra la guerra del Vietnam. Tiempo después, cuando empecé con esta aventura por la red, me encontré con un blog de opinión suyo, en el que estaba un correo de contacto. Después de haber escuchado su música fui incapaz de evitar el ponerme en contacto con él, si bien es cierto que al principio, con una idea preconcebida de alguien que había cantado, grabado discos y dado actuaciones a lo largo del país y del extranjero, poco más que casi le traté de usted: bien equivocado estaba, pues descubrí que por debajo, o mejor dicho, encima del cantante estaba una persona amable, amistosa, sincera y humilde, sin que por ello se disfrace de falsa modestia. Desde entonces hemos mantenido una relación cordial de amistad, aunque sea "por correspondencia". De esta manera, uno ya no puede escuchar sólo su música desde un aspecto técnico o sentimental (en lo referente a los sentimientos que despierta), sino con un enorme cariño bien fundado.


Pola unión es el 1er LP grabado de Benedicto, y supone su reconciliación y reencuentro con la música tradicional de su tierra (al igual que le pasó a todos los miembros de Voces Ceibes), debida muy especialmente a su trabajo junto a José Afonso, aquel gigante de la canción popular portuguesa, al que acompañó durante buena parte de los primeros 70: por eso la inclusión de algunas viejas tonadas populares como "Si vas ó convento de Herbón", "Nosa señora da Guía" (la cuál, según cuenta, fue un descubrimiento del hijo de Zeca, quien hizo la versión portuguesa "Chula da povoa) o la melodía que abre "Dorna". Utiliza los versos de algunos de los mejores poetas en lengua gallega como Curros Enríquez, Pimentel, C. E. Ferreiro, y, se podría decir, reivindica a un poeta bastante desconocido como era Cabada Vázquez y su llamada a la insurrección de los campesinos gallegos; por otra parte, rescata la 1ª musicación que se hizo del poema "María Soliña" de C. E. Ferreiro por parte de Xavier González del Valle (se puede escuchar en el recopilatorio Noticias da Nova Canción Galega). Y por supuesto, las letras del mismo Benedicto, que, dicho sea de paso, tampoco tienen nada que envidiarle a los grandes poetas galaicos: de todas ellas, "Os compañeiros", un canto de solidaridad y una alabanza a la clase trabajadora y campesina, es mi favorita, sin desmerecer, por supuesto, a temas como el tiernísimo "Cantar de berce pró víspera de emigrar", en el que aborda, al igual que todos sus paisanos, el triste tema de la emigración gallega imitando las melancólicas tonadas tradicionales galaicas como el alalá. También el canto a los trabajadores de la mar en "Dorna". Tampoco se puede obviar la magnífica labor de producción del gran Alberto Gambino, que además de cantar sus propios temas, produjo la mayoría de los discos de canción de autor de los años 70; su trabajo impregna el disco con su talento y profesionalidad, sin que ello signifique el desplazamiento ni el soterramiento del cantante o del productor. El disco es una obra de la Transición: la elección del título no es azarosa, y es una llamada a la unidad de los gallegos (y de los otros pueblos también) para construir (o mejor dicho reconstruir) la democracia; como obra de la Transición, abundan referencias políticas, especialmente regionalistas (me vas a permitir usar esta palabra para entendernos). Sin embargo, es mucho más que eso, mucho más que el típico disco de la Transición (si es que hay alguno típico): es un canto a la solidaridad, al amor, al pueblo que trabaja, lleno de ternura unas veces, otras de amargura, sin que falte por ello la temática amorosa ... No es tanto política como esto.


Podéis oír algunos de sus temas en su blog: Chiscando un ollo