lunes, 15 de octubre de 2007

Joan Manuel Serrat-Ara que tinc vint anys



Es una responsabilidad para mí comentar un disco de Joan Manuel Serrat, porque me arriesgo a que una de las personas que más sabe de este tema, que es un buen amigo mío, me diga que no tengo ni idea, con toda la razón del mundo. Mi amigo Carlos Gracia Escarp, es uno de los mayores expertos en la obra de Serrat, tanto que ha escrito un documento llamado “Guía Práctica de la Barcelona Serratiana”, indispensable para todos los seguidores de Serrat, y que podéis ver como enlace en su blog y en la página oficial del artista.

Es muy difícil para mí escoger un disco de Serrat para comentar, es tan extensa su obra que creo que sólo un especialista podría hablar de ella, pero yo aquí hablaré del que (si no me equivoco) fue su primer LP. El disco original es un LP publicado en 1967 por Edigsa; lo que tengo yo es la reedición en CD de 2000 por BMG Music Spain, S.A.

El disco empieza con una de las canciones, a mi entender, más emblemática de Serrat, una canción que nunca abandona y que lleva siempre, adaptándola a los años que van pasando, “Ara que tinc vint anys”, y que utilizaría para dar nombre a un disco bastantes años después, “Fa 20 anys que tinc 20 anys”; y con esa frase bromea todavía en los espectáculos que yo he podido ver, donde dice que hace veinte años que decía que hacía veinte años que tenía veinte años, y que ya no sabría como decirlo dentro de veinte años.

Bien, pues ¿que se puede decir de esta canción?, que todo aficionado a la canción de autor debería sabérsela de memoria, y que es un canto a la vida y a la alegría de vivir, y a la fuerza, que siempre demuestra en todos sus actuaciones,

“Ara que tinc vint anys,
Ara que encara tinc força
Que no tinc l´anima morta,
I em sento bullir la sang.
Ara que tinc vint anys,
Avui que el cor se m´embala,
Per un moment d´estimar,
O en veure un infant plorar…”


Mas de cuarenta años después, a Serrat le sigue bullendo la sangre y sigue cantándole a la vida; en su canción dice “vull i vull i vull cantar” y ahí lo tenemos, afortunadamente, cantando con la misma energía y con la misma fuerza, y además con la experiencia de toda una vida de canciones.

La segunda canción es también una de las más clásicas de Serrat, llena de sentimiento, “La Tieta”. Creo que retrata perfectamente a un personaje muy familiar para la gente de una determinada generación, una persona que siempre estaba ahí para servir a toda la familia y a la que nadie le daba la más mínima importancia. Una preciosidad de canción, que se ha incluido en un trabajo colectivo publicado recientemente por discmedi, como homenaje a este autor, que seguramente es el más grande de nuestros cantautores. El trabajo que menciono es “Per el meu amic….Serrat (40 cançóns per a un amic)” y está compuesto por tres CD, en el que distintos cantantes y cantautores catalanes versionan temas de Serrat. Personalmente creo que “La Tieta” es lo mejor de ese homenaje, no podía ser cantada por nadie más que por Joan Isaac , a mí parecer, el único artista capaz de transmitir al público la magia y el sentimiento que tiene esa canción.

Se incluye en “Ara que tinc vint anys” otro de sus temas más conocidos e importantes desde mi punto de vista, “Me´n vaig a peu” otra canción emblemática, que antes de ser publicada en este LP había sido editada en el EP “Cançó de matinada” el mismo año. Posteriormente se incluiría en el disco “Banda sonora d´un temps, d´un pais” en 1996 y en “El gusto es nuestro” publicado el mismo año, en colaboración con Ana Belén, Miguel Ríos y Victor Manuel”.

Espero no haberme equivocado mucho, quien quiera comprobarlo, o conocer mas información, solo tiene que consultar la página web oficial de Joan Manuel Serrat. Con el estribillo de esta canción termino:

“Però no vull que els teus ulls plorin:
Digue´m adéu.
El camí fa pujada
I m´en vaig a peu.”


Canciones:
1. Ara que tinc vint anys
2. La tieta
3. Balada per a un trobador
4. Una guitarra
5. El vells amants
6. Cançó de Bressol
7. El Drapaire
8. La mort de l´Avi
9. M´en vaig a peu
10. Els titelles


Mª Gracia Correa

viernes, 5 de octubre de 2007

Ismael Serrano-Atrapados en azul


Tengo que reconocer que en 1997 yo llevaba ya varios años retirado ya no sólo de los escenarios, también de las salas, ya que por circunstancias personales apenas salía a conciertos. Por eso no es extrañar que la primera vez que escuché a Ismael Serrano fue por la radio. Cuando empezaron a sonar las primeras notas de aquel “Papá cuéntame otra vez”, me quedé gratamente sorprendido, “¿quién coño será este tío?, es un cantautor y que además suena muy bien”.

Hacía bastante tiempo que las puertas de los grandes medios de comunicación estaban cerradas para los nuevos cantautores, a excepción de Pedro Guerra y de Javier Álvarez, que llegaron un poco de la mano de Víctor Manuel.

El disco de Ismael nos sorprendió a casi todos, con unos muy buenos textos, unas músicas bastante robustas, bien armadas. Melodías sencillas de entender, como a mi me gustan, letras claras y comprometidas, es decir, lo que entendíamos por cantautor, “a la vieja usanza”.

Canciones:
1.Papá cuéntame otra vez
2.Vértigo
3.Donde estarás
4.Caperucita
5.Yo quiero ser muy promiscuo
6.Amo tanto la vida
7.La extraña pareja
8.El camino de regreso
9.México insurgente
10.Un muerto encierras
11.Atrapados en azul
12.Ana

De las 12 canciones que trae el disco, 5 de ellas tiene letra de Daniel Serrano, hermano de Ismael (“Papá cuéntame otra vez”, “Donde estarás”, “Yo quiero ser muy promiscuo”, “México insurgente” y “Un muerto encierras”) y otra más con letra de su padre, Rodolfo Serrano (“La extraña pareja”).

Justo cuando empezaron los años del “Aznarato”, se nos apareció Ismael, un cantautor claro, conciso y comprometido, ya en su primer disco se arriesga con temática social y política, algo que otros cantautores no se atrevían, pensando que podría “no estar de moda”. Canciones “Papá cuéntame otra vez”, una remembranza de los últimos años del franquismo, “México insurgente”, dedicado al Movimiento Zapatista de México, “Atrapados en azul”, una denuncia de la brutalidad policial, nos devuelven a aquellos años del cantautor como expresión de valores sociales.

“La extraña pareja” nos cuenta una historia, tal y como se deben contar las historias en una canción, pasando por todos los estados de la narración, “Yo quiero ser muy promiscuo” es una inteligente sátira, donde vuelve a dar un “puntazo” social político, cuando hace mención al controvertido escritor Fernando Sánchez Dragó, toldándolo de “fiel votante del PP” y haciendo mención a sus “fantasmadas” sexuales.

Y otras excelentes canciones, como es el caso de “Vértigo”, “Donde estarás” y “Ana”, que son tres de las que más me gustan.

Un gran disco, un excelente disco que os recomiendo que escuchéis si no lo habéis hecho ya.

Francisco Espinosa

miércoles, 3 de octubre de 2007

Pedro Ruy-Blas-Teatro, circo y variedades



En 1970, el grupo de Fernando Arbex –Brincos- publicaba un disco, brutalmente bello y poseedor de maravillosas virtudes psicodélicas, titulado “Mundo, demonio y carne”. Lo que según el propio grupo, tal y como cuentan en el interior del álbum, pretendía ser un paso adelante y una progresión en su música, irónicamente, acaba siendo su epitafio. En los años ochenta, el cantautor Pablo Guerrero, se desmarca de su primer estilo, el folk de “A cántaros” y se alía con Suso Sáiz y otros experimentadores natos, para despiste de sus primeros seguidores, por cierto, que, a día de hoy, muchos todavía no han asimilado creo aquellas sus “nuevas” e interesantísimas intenciones, por no hablar del desconocimiento general de un público más amplio de toda esa etapa guerreriana.

Y si la cosa es así de triste e ingrata para aquellos que se atreven a renovarse –y vaya para ellos todo mi respeto y admiración- no resulta menos peliaguda para aquellos francotiradores que se sitúan en tierra de nadie en la música de nuestro país. Y no digamos ya si se les ocurre, como a Pedro Ruy-Blas, bregar en guerras de estilos musicales nada exitosos por aquí como por ejemplo, el jazz, el blues, el soul, el funk o las baladas tipo “crooner” por muy bien que estén trabados, adaptados e interpretados. Por si esto fuera poco, en un periódico de tirada nacional que no citaré, cuando se cita a músicos de la categoría de Pedro, de quién deberíamos estar bien orgullosos, no es para comentar o criticar lo que sabe hacer tan bien, sino que se entra a degüello y se cargan las tintas contra él de manera inmisericorde.

Se edita –por supuesto sin grandes promociones- en 1998 “Teatro, circo y variedades” el penúltimo disco hasta la fecha, que yo sepa, de Pedro Ruy-Blas. En él canta –como solo él sabe hacerlo- escribe la música y la mayoría de las letras e incluso firma la mayoría de los arreglos. Para esto se rodea de una lista de músicos que quita el hipo y el resuello, porque todos ellos juegan en primera división y todos de titulares, por hacer un símil deportivo. El productor es Andreas Prittwitz, conocido músico de la escudería Krahe y Sabina y muchos más por cierto, que han disfrutado de su buen hacer con los instrumentos de viento.

Canciones:

1.- para ser el primero
2.- excesivo calor
3.- sueño inmaterial
4.- amor de madrugada
5.- batuque bebé
6.- ella fue mi gran amor
7.- míster, ¿por qué no le cambia?
8.- sólo aprendemos a amar con el tiempo
9.- a los que hirió el amor
10.- fuera de combate
11.- puse todo mi amor
12.- neurótico terminal
13.- prisioneros de la tierra


La lista de canciones incluye trece cortes de variopinto género sonoro, aunque la línea argumental –musicalmente hablando- son los sonidos orquestales, cercanos a la paleta sonora de una banda de jazz, ejecutados con una elegancia y una calidad que asusta. Asusta y sorprende que se graben discos así por aquí, cuando lo que prima hoy en día es lo fácil e inmediato, lo carente de matices y sutilidades, un pop cada vez más polarizado entre lo mega pijo y lo mega calorro. Entre los temas, uno marchoso de Suburbano, dúo de conocidos y reconocidos autores de grandes canciones populares de ayer y de hoy; dos propuestas con metáforas deportivas incluidas que me encantan (temas 7 y 10) y una preciosa elegía titulada “sueño inmaterial” mi preferencia mayor, especialmente por su letra. Y no se puede hablar de este álbum sin señalar la nueva y encantadora versión que Pedro hace de su número uno de 1970 “A los que hirió el amor” titánica y apabullante balada que hiciera anteriormente el roquero galo Johnny Hallyday con ecos, creo yo, de los británicos Procol Harum. Gloriosa.

No quisiera acabar sin agradecer a un amigo, José Bahón, que fue quien me descubrió la música de Pedro y la de su antiguo grupo Dolores, maravilloso grupo de fusión (ya en los años 70) de vanguardia, donde militaban los hermanos Jesús y Jorge Pardo por ejemplo, que incluso grabaron lo que a mi juicio es una rotunda obra maestra (letra de Hilario Camacho, música de Pedro) de la canción española “La niña de los Montoya”. Pero esto constituye ya tema para otro comentario…


abuineitor