viernes, 7 de agosto de 2009

Ángel Petisme-Río Ebrio

 

 

Haciendo un sano ejercicio de auto-exorcismo voy a comentar el último cd de este cantautor aragonés; por lo tanto, paisano mío.

 

Aunque Ángel Petisme ya no es ningún niño, podríamos decir que si Labordeta nos  puede parecer que durante muchos años ha representado a ese Aragón tradicional, con un pie en el mundo urbano y otro en el mundo rural, sin embargo, Petisme, encarnaría ese Aragón joven, moderno y sobretodo cosmopolita,  un Aragón poético y universal, atemporal y orgulloso de sí: un Aragón conectado a Internet, viajero, pero fiel a sus raíces, instalado confortablemente en un planeta tierra que es también agua, un planeta que ya es una pura exposición universal de culturas hermanas de las cuales también forma parte, por supuesto.

 

La verdad es que he escuchado y poseo varios discos de Ángel, y debo reconocer que me gustan, y que éste especialmente tiene tomate, mucho tomate…

 

Estamos ante un artista que -en mi opinión- es auténtica sinergia acrisolada por propia naturaleza; es decir, el todo es mayor que las partes, en él, como en nadie, dos más dos son cinco..

 

Para grabar este disco, se ha hecho acompañar de un guitarrista y productor de lujo: Joaquín Pardinilla. Un gran acierto a mi entender. Y en el resultado final se nota. Hay  una unidad de sonido (pop-rockero) y de estilos musicales que ayudan a dar esa sensación de producción integrada, de álbum en que todas las canciones están relacionadas entre sí, y forman un todo, pese a que en principio no fuera así. A destacar la colaboración de Marta de la Aldea, sencillamente perfecta en las voces. O las mezclas y masterización de J. M. Huerta y Carlos Estella (este último co-productor del último disco de la también magnífica cantautora aragonesa María José Hernández) y de Luis Farnox (El Mecánico del Swing) amigo y colaborador de Petisme desde hace años.

01. Dos bicicletas

02. Miedo

03. Más claro agua

04. El pozo de San Lázaro

05. Yo que se

06. Rachel Carrie

07. La rosa de Jericó

08. Hay temporal esta noche en la tierra

09. La ciudad (Kavafis)

10. Para Aragón de José Martí

11. El atasco

12. Todo fluye

13. Tierra roja 

Hay canciones de amor, canciones que hablan de la infancia, de una tierra roja y de yeso, de una ciudad y un río que lo es todo… hay una canción denuncia “Rachel Corrie” triste y vergonzoso suceso la muerte de esta joven en Palestina… hay un par de canciones cuyas letras pertenecen a dos poetas reconocidísimos: Constantino Kavafis y José Martí.. hay también un poema recitado, curiosa la voz de Ángel, qué distinta cuando recita a cuando canta… y qué raro se me hace que un poeta sepa recitar…

 

El diseño del cd tiene ese aire de comic que ya tenía un disco anterior “Metaphora” lleno de colorido e ilustraciones referidas al contenido de las letras, como no podía ser de otro modo. Y en cierto modo, está emparentado con aquel… por el tipo de temas y músicas que contienen ambos discos. Y el título tiene gracia, qué coño…

 

Un consejo final: no se lo pierdan…

 

 abuineitor

 

miércoles, 22 de julio de 2009

Nuestro Pequeño Mundo-20 grandes éxitos

 Desde el año 1968 hasta 1982 este combo se dedicó ha interpretar y versionar un gran número de canciones populares, que pertenecían al rico y amplio acervo musical, tanto de nuestro folklore nacional, como al internacional. Esta vocación internacionalista hace que por sus discos desfilen varios idiomas: español, inglés, francés, portugués, etcétera, todos cantados con corrección, y canciones originarias de países muy diferentes: Estados Unidos, Francia, Brasil, Israel, Noruega, India… Respecto a nuestro propio folklore recuperaban canciones populares (algunas de sus versiones son para mi gusto de las mejores que se han realizado jamás) e incluso produjeron un disco “Cantar de la tierra mía” en 1975 que homenajeaba a todos los grandes cantautores de aquella época y a unas canciones que no necesitan presentación; por poner un ejemplo, en este mismo disco de grandes éxitos, se incluyen algunas pertenecientes a ese disco: “A cántaros” de Pablo Guerrero, “La saeta” de Joan Manuel Serrat o “Canción del pescador” de Adolfo Celdrán…

 

Y si es muy variado el horizonte de músicas e idiomas, el número de músicos que pasaron por el grupo (unos dieciocho) y la calidad de los mismos, es como para quitarle el hipo a cualquiera. Para empezar, en la sombra se encontraba nada menos que el folklorista español Joaquín Díaz, ahí es nada, y a la ya excelente formación original: Pilar Alonso "Pat", Laura Muñoz, Ignacio Sáenz de Tejada (que tocaría y sigue tocando con Pablo Guerrero), Juan Alberto Arteche, Juan Ignacio Cuadrado, Chema Martínez, Jaime Ramiro y Gabriel Arteche, se fueron sumando los nombres de Luis Delgado, Fredy Marugán (en la actualidad con Ismael Serrano), una jovencísima Olga Román…

 

Los Campanilleros            3:20           

Sinner Man            3:13           

Mulher Rendeira            2:29           

Amén (Joshua Fit The Battle Of Jerico)            2:34           

Mama Samba            3:12           

Si Yo Fuera Rico            3:29           

Oleanna            1:55           

Ay, Linda Moza            1:32           

Chevaliers De La Table Ronde            1:17           

Buenas Noticias "Good News"            2:12           

Tres Hojitas Madre            1:46           

La Saeta            2:16           

Me Casó Mi Madre            2:03           

The Drunken Sailor            1:32           

Un Canadien Errant            2:00           

Vagabundear            3:08           

Canción Del Pescador            1:45           

A Cántaros            3:02           

Ohio            3:25           

Gaviota            2:32           

 

Hay que señalar que la banda disfrutó de un gran éxito cuando se publicó su primer disco, ya que eran en aquel momento -además de músicos solventes- los pioneros de un estilo, el folk urbano o tradicional actualizado, que luego dio frutos tan jugosos como Mocedades, Nuevo Mester de Juglaría, Jarcha, Aguaviva, etcétera. Con este último grupo, por cierto, grabaría Juan Alberto Arteche, uno de los pilares fundamentales de Nuestro Pequeño Mundo.

Por último, no quiero terminar esta modesta reseña, recomendando por supuesto que se escuche o que se re-escuche según proceda, este estupendo disco y todos los demás del grupo, pero también, comentando que la edición que yo tengo, y no sé si es la única disponible ahora mismo, está hecha sin ningún cariño al grupo. Por supuesto no incluye ningún tipo de libreto con fotos ni letras ni nada; el diseño no respeta el original, excepto por la foto de portada, aunque no del todo, porque no sé a quién se le ha podido ocurrir la desafortunada idea –es mi opinión- de titular una colección mayoritariamente de música española “Essential albums” en inglés ¿? y ponerlo encima en la portada por las buenas y en el lomo del cd. Y luego nos extrañamos de que no se vende música en España, tratándola de este modo…

abuineitor


sábado, 6 de junio de 2009

Javier Maroto - Al revés



Después de escuchar “Luz”, su primer disco, esperaba con ganas la salida de este segundo disco, ya que había escuchado alguna de las canciones que irían en él y me habían parecido magníficas. Después de aquel primer disco, en el que la producción musical había estado cuidadísima, este “Al revés” ha sido grabado íntegramente en Argentina, por músicos de primera línea: Leandro Savelón (Batería), Fernando Guevara (Percusión), Fernando Botti (Bajo y contrabajo), Martín Masi (Piano, teclados, acordeón y coros), Ariel Cubría (Guitarra eléctrica, acústica y coros), Virginia Álvarez (violín), Pablo Greco (Bandoneón) y Hernán Paredes (Scratch), con la colaboración al piano y la voz de Sebastián Monk en “Problemas”.

Las canciones del disco son:

1- Cuánto tiempo
2- Alicia quiere a Marta, Ernesto ama a Andrés
3- Al revés
4- El barco y la mar
5- Números
6- Pregunta
7- Las venas abiertas
8- Problemas
9- Siete veces crucificado
10- Edad
11- Tango electoral

Un disco cargado de temática social, donde Javier reivindica el amor homosexual en “Alicia quiere a Marta, Ernesto ama a Andrés” o incluso la teología de la liberación en “Siete veces crucificado”. En “Al revés”, la canción que da título al disco, nos plantea cómo sería el mundo si muchas cosas no fuesen como son:

“Qué pasaría si por una vez no estuviera de moda
Acomodarse en no pensar de más,
Vivir según las normas,
Saber menos chismes, más de economía,
Mucho menos fútbol y más geografía,
Saber más de mí, menos de vos.”

La cuidada producción musical hace que el disco sea extraordinariamente digerible, por lo que tienes que estar muy atento a que no se te pase ni una sola palabra de las muy cuidadas letras. Javier apuesta sin ambigüedades por la solidaridad, la justicia y la persona como persona propiamente.

En “números” nos presenta un genial juego de palabras con números:

“y las 7 maravillas,
Los 3 cerditos, los 7 enanitos,
9 reinas, 2 hombres y 1 destino,
400 golpes…”

Para al final decirnos que “tristes números si no es amor la empresa, tristes números”.

En resumen, un magnífico disco, trabajadísimo, donde Javier Maroto pone a nuestra disposición su mayor sensibilidad y su maestría a la hora de confeccionar y ejecutar canciones.




Francisco Espinosa

miércoles, 25 de febrero de 2009

Jesús Márquez-Jesús Márquez


A pesar de que su canción era una más entre 24 grandes temas de otros tantos artistas, no me pasó desapercibido Jesús Márquez la primera vez que lo escuché. Una de sus canciones estaba incluida en el disco “Café Libertad 8. El templo de la canción de autor”, editado en 2005 por “Libertad 8 Records”.

Entre todas las canciones de aquel recopilatorio, me gustó especialmente la “Canción para una diosa” de Jesús Márquez, me llamó la atención esa otra visión de “Ojos verdes”; al escucharla me pareció que estaba delante de unos versos que, en el fondo, seguían siendo una copla, con acento inequívocamente andaluz, pero transformada por el ambiente urbano de Madrid. Evidentemente esta es una visión muy personal, que seguramente me tiraría por el suelo cualquier crítico musical: pero como no lo soy, y escribo como simple aficionada, puedo dejarme llevar por las sensaciones que producen las canciones en quienes las escuchan.

Sin embargo, no creo que sea sólo una impresión personal, si digo que este artista es especial, su voz tan particular, su música, y la selección de textos que aparecen en este disco, que lleva su nombre, lo demuestran.

Grabado “a ratitos” entre 2006 y 2007, representa el trabajo de cuatro años; casi el tiempo que yo llevo esperando su publicación, porque quien escucha sus canciones y su música se queda enganchado a la obra del artista. Y no debo ser la única aficionada a quien le pasa esto, puesto que su única promoción, al menos la única que yo he visto, es una proposición al lado de la carátula del disco que dice “Escúchalo, te sorprenderá”, y creo que así es.

Empecé a escuchar sus canciones hace como tres años, esperaba con interés esta publicación, tan anunciada pero que nunca aparecía, ahora ya si, se ha publicado a través de El Pescador de Estrellas, compañía discográfica de Paco Ortega.

El cd “Jesús Márquez” ha sido publicado en 2008 y consta de 12 canciones, todas ellas en su conjunto, representan un buen muestrario de la calidad y diversidad musical del autor. Yo destacaría especialmente “Ciudadano Daniel, ciudadano nadie” de Daniel Macías, porque describe perfectamente, y con todo el arte del mundo, algo que todos sabemos muy bien; que es muy fácil ser ciudadano si no te caes al suelo, si no tienes hambre, “sólo hay que vestir como todos, y caminar con cierta urgencia sin sonreír, y sin mirar fijamente a nadie”. Tiene el encanto añadido de esas conversaciones callejeras que se escuchan de fondo, y que llevan directamente a Triana, o a Jerez, de la mano de José “Caraoscura” y Diego Magallanes.

El “Instante galáctico” de Eladio Orta, es una curiosidad de dos estrofas, totalmente galáctica, no sabría describirla de otra manera, hay que escucharla. También “Hambre”, de Inma Luna, es un tema curioso, una canción hecha con gran originalidad, todo lo que se puede pedir, lo hace con palabras sueltas y simples, que forman un gran conjunto. Son muchos los autores que figuran en el disco y no quisiera olvidar a ninguno de ellos, aparte de los que he nombrado, hay letras de Antonio Orihuela, Luis Felipe Comendador, Fernando Segovia, Antonio Ramírez Almansa.
De “Canción de amor para una diosa” de Santiago Gómez Valverde, ya he hablado; para mí que es una “copla urbana”, con el encanto y la ilusión de escuchar el mar de Madrid. Una letra y una música que es para mí es una preciosidad. Y hablando de preciosidades, una canción que quiero destacar especialmente, ya me pareció un lujo cuando la escuché la primera vez, simplemente en la voz Jesús Márquez sin más acompañamiento que la guitarra, “Flor de Romero”, letra y música de Rafael Moreno y adaptación de Jesús Márquez.



Pero aparte de lo que yo pueda decir como aficionada a la canción de autor, recomiendo la presentación que del artista hace Luis Felipe Comendador, y que se incluye en su espacio en internet: http://www.myspace.com/jesusmarquezzz

Canciones del disco:

1. Ciudadano Daniel, ciudadano nadie
2. Ahora que ya hemos muerto
3. Instante galáctico
4. Flor de Romero
5. El deshielo
6. Amantes en un aparcamiento
7. Hambre
8. Me gusta verte andar
9. La muerte, pasajera
10. Los alemanes iban vestidos de gris, tú ibas vestida de azul
11. Canción de amor para una diosa
12. Como reconocerte en silencio

María Gracia Correa


lunes, 2 de febrero de 2009

Paco Ibáñez-Los unos por los otros

Hablar de Paco Ibáñez es hablar de tres temas a la vez: música de cantautor, poesía y compromiso político de la música (con ‘m’ mayúscula). El transcurso del tiempo les ha ido «poniendo canas», con mejor o peor fortuna, a cada uno de ellos: la poesía pervive, por supuesto, pero el compromiso social de la música está bajo mínimos en estos tiempos de las radio «fórmulas» y los cantautores («trovadores y juglares», les llamó José Agustín Goytisolo) se han convertido en un mito, en una fábula del «futuro pasado» —permitidme parafrasear el título del inolvidable disco de The Moody Blues— que pervive en el recuerdo de los que entonces se llamaron progres, una generación ni mucho menos perdida que contribuyó al cambio de muchas sensibilidades.

Volvamos la vista atrás. Corre el año 1958 y una amiga de Ibáñez llega a Cadaqués con una grabación de prueba de canciones con letras de poemas de Góngora y Lorca. La «maqueta» es entregada a Salvador Dalí que, luego de escucharla, quiere conocer inmediatamente a aquel joven de cara seria y entrecejo casi siempre fruncido que le presta un cierto aire de tristeza. Del encuentro nacería posteriormente un disco cuya portada fue realizada por el pintor catalán y que contenía poemas cantados de los autores citados, tales como: Canción de jinete; El lagarto está llorando; La señorita del abanico o La más bella niña… Este disco anticipó al que nos ocupa —Los unos por los otros— una preciosa grabación de 1967 publicada en España por Polydor, con producción de Moshé Naim —un millonario amigo de Dalí que vivía en París— quien dedicó una parte de su dinero a financiar la cultura. Naim escribió en el encarte del vinilo que: «[…] Es destacable cómo la música escrita por Paco Ibáñez se compenetra con estos poemas, de forma que se creería que todo ello fue concebido y nacido junto. Su voz extraordinaria se une a ello para transmitírnoslo y hacerlo popular…».

El final del anterior párrafo presta relieve a la situación que se vivía entonces, a la que plantaron cara cantautores y productores: la censura franquista no dudó en intervenir y Paco Ibáñez —quien en 1971 se tuvo que exiliar en Francia— fue incluido en la lista de artistas prohibidos. Con ello, el vinilo se convirtió en un objeto «revolucionario», en un símbolo de la lucha contra la represión de la dictadura militar. Transmitir y hacer popular la poesía, fue el diáfano objetivo de esta obra que trascendió la belleza estética de sus impecables composiciones y su cuidada presentación —el encarte del L.P. reproducía 12 pinturas de José Ortega— para convertirse en uno de los símbolos de la generación que, algunos años después, encarnaría el cambio político en España.

Canciones/poemas como, por ejemplo, Andaluces de Jaén (el cantautor, sorprendentemente, pudo interpretarla en TVE, en 1968), en la que el contrabajo de Françoise Rabbath interpreta un diálogo maravilloso con la clara y potente voz de Ibáñez; La poesía es un arma cargada de futuro, en donde los versos de Celaya brotan combativos y enérgicos, para dar «vida, y provocar nuevos actos» al compás del vibrante sonido de la guitarra de Ibáñez o la música socarrona que acompaña el poema Don Dinero lograron que se comprendiera entonces que aquel disco era algo más, que se convertiría —como así ha sido— en una de las obras más importantes de la música española.

En alguna parte escribí que «aposté» en su momento por Paco Ibáñez, pero que «ganó» Joan Manuel Serrat, mas este debate no tiene sitio aquí, creo. Sí decir que la prolífica obra del cantautor catalán no puede compararse con la comparativamente «escasa» producción del primero: en su página web oficial (en donde se recibe al visitante con la canción La poesía es un arma…) se cuentan doce discos. Los prolongados silencios del músico nacido en Valencia y su carácter austero y poco dado a medrar en el mundo de lo mediático —nunca quiso aceptar los importantes premios que recibió en España y Francia— habrán sido, entre otras razones, los culpables del desconocimiento que sobre él tienen las nuevas generaciones.

Una falta de conocimiento por parte de los más jóvenes que también se da en el caso del disco aquí comentado: la bella portada del vinilo ha desaparecido por completo de los catálogos de reediciones y de Internet. Ni siquiera en la página oficial del cantautor el disco se llama así: ahora se titula Paco Ibáñez 2. Sin embargo, por encima de las necesidades editoriales del momento, aún queda el recuerdo de una época en que las grabaciones se vestían de calidad y arte, de unos tiempos en que algunos millonarios se arriesgaban a producir obras de autores desconocidos sin pensar en el beneficio inmediato.

Una época de ilusión y de creatividad que nunca volverá, pero que con trabajo y tenacidad se puede repetir algún día:

Si he perdido la vida, el tiempo,
todo lo que tiré como un anillo al agua.
Si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

(Blas de Otero)




Canciones incluidas en el LP:
Los unos
- Gabriel Celaya
La poesía es un arma cargada de futuro

- Miguel Hernández
Andaluces de Jaén

- Rafael Alberti
Balada del que nunca fue a Granada

- Blas de Otero
Me llamarán, nos llamarán

- Blas de Otero
Me queda la palabra

- Gabriel Celaya
España en marcha


Los otros:
- Francisco de Quevedo
Don dinero

- Luis de Góngora
Déjame en paz, amor tirano

- Anónimo
La gran pérdida de Alhama

- Francisco de Quevedo
Romance satírico

- Luis de Góngora
Verdad, mentira

- Francisco de Quevedo
Es amarga la verdad (la pobreza)

viernes, 23 de enero de 2009

José Córdoba-Estado Natural


Nunca estaremos seguros si en este caso la rana se convirtió en príncipe o fue el príncipe quién se convirtió en rana. Digo esto porque conozco gente que piensa que “El Chivi” era el príncipe, aunque otros pensamos que el príncipe es José Córdoba.

Aquel muchacho que en 1995 comenzó a escribir canciones, influenciado por la canción de autor que escuchaba en su casa, que unos años después se convirtió en “el pornoautor”, un conocido personaje, sobre todo en el mundo de Internet, al final ha vuelto, ya de mayor, de nuevo aferrado a sus orígenes “cantautoriles”.

En este nuevo disco que hoy estamos tratando, José Córdoba demuestra una vez más que es un excelente letrista, que tanto como cantautor o como pornoautor siempre ha sido un maestro a la hora de esculpir palabras, en el arte de rimar las ideas. Un disco en el que nos encontramos a ratos un agudo crítico, a ratos un romántico poeta y a ratos un observador de la realidad. Giros inesperados, rimas atrevidas y comparaciones ingeniosas se aferran a las notas de las canciones, sencillas como el espíritu del poeta, como el alma del trovador.

Catorce canciones que nos regala el padre de la expresión “besos postizos”, la mayoría cercanas a las temáticas de amor, algo normal viniendo de donde viene, aunque sin hacer ningún asco a temas más sociales, que nos rodean en nuestro día a día, que forman parte del atrezzo de nuestras vidas, como es el caso de la canción titulada “recuerda”, donde nos habla del Alzheimer.

Rumbas como “Huelga de licántropos” o baladas “tradicionales” como “Toda la ternura que te debo” hacen de “Estadio natural” un disco completo, un disco variado, eso sí, todo inmerso en el estilo inconfundible de José

Las músicas no van a la zaga de las letras, con un aire un tanto “sabinero” (algo ya habitual en él), unos arreglos muy serios, que encajan como un guante en las melodías. Rodeado de un buen elenco de músicos que nos sumergen en un cuidado ámbito de sonidos y sensaciones.

Las canciones son:

1- La tierra prometida
2- Estado natural
3- Antagoneros
4- Recuerda
5- La mala vida
6- Por el filo
7- Mentira
8- De lo más alto de la alta torre
9- Mi vida al revés
10- Huelga de licántropos
11- Toda la ternura que te debo
12- Nervioso
13- Abracadabra
14- Pulgarcito

En resumen, estamos hablando de un disco que “se deja escuchar” bastante bien, de esos que te quedas con ganas de volver a escucharlo. Os lo recomiendo.



Francisco Espinosa

lunes, 3 de noviembre de 2008

Luis Eduardo Aute-Entre amigos


Dándole vueltas a los discos perdidos traigo aquí uno de ellos; un disco que desde luego yo nunca perdí; que guardo con gran cariño y con un poquito de nostalgia. Hablo de un vinilo, un doble álbum con su carpeta, con sus letras en cartulina aparte, y con ese sonido tan particular que ahora ya no es admisible y que le da un encanto especial. Un atractivo que además se amplifica por el efecto de estar grabado en vivo; por ser la reunión de grandes músicos que acompañan a uno de los mejores cantautores que tenemos y que así le dan título al álbum: Entre Amigos de Luis Eduardo Aute.

Fue editado por Movieplay en 1983; todas las canciones compuestas por Luis Eduardo Aute, a excepción de cuatro, cada una de las cuales, de la manera más elegante y cortés, va encabezando las caras de ambos discos.

Reproduzco aquí el texto que el autor escribe en el interior de la carpeta:

“Este disco se grabó el 4 de marzo de 1983 en el teatro Salamanca de Madrid con el ánimo de reunir en un solo disco- en este caso dos- algunas de mis canciones más conocidas, desde las primeras hasta las más recientes, tal como suenan en directo, por una simple necesidad de hacer recuento y punto y aparte. En alguna etapa de la preparación del proyecto, también sentí la necesidad de reunir para este concierto a los compañeros de la canción, que por diversas razones, más quiero y admiro. Con cada uno de ellos he compartido momentos muy significativos de mi vida que aún permanecen vivos en mi memoria, como así sus voces en este disco”

Quizá la publicación de este concierto fue un punto y aparte, pero esas canciones siguen muy vivas y actuales, perduran con la misma fuerza que tenían hace 25 años, tal como aparecen en ese disco. Muchas de estas canciones fueron recogidas de nuevo en un doble CD, que lleva por título “Autorretratos”, publicado 20 años después. También muchas de ellas han servido para rendirle un homenaje al cantautor en un disco que se llama “Mira que eres canalla, Aute!” publicado en 2000, y donde otros artistas ponen sus voces al servicio de las canciones de Aute. Además de los que le acompañaron en “Entre Amigos”, es una delicia escuchar las versiones presentadas, entre otros, por Pedro Guerra, Leon Gieco, Jorge Drexler, José Mercé, Rosendo, Ismael Serrano, Javier Álvarez.

Y volviendo a “Entre Amigos”, es un trabajo con múltiples encantos, entre ellos está el poder escuchar a L. E. Aute cantar canciones emblemáticas de sus compañeros en el concierto: “Te doy una canción” junto a Silvio Rodríguez, “Para Vivir” junto a Pablo Milanés y una de las más preciosas canciones de amor que yo pueda conocer, “Paraules d’amor”, con el incentivo de hacerlo en catalán junto a Joan Manuel Serrat.

Muchas veces he escuchado decir que las canciones nos llegan en la medida que las hacemos nuestras y así lo creo. Hablar de las canciones de este disco es hablar de la memoria sentimental de una generación, o más bien de varias; porque todas ellas son más que canciones, son parte de la vida y de la historia de mucha gente. Sería un descaro por mi parte hablar de ellas de otra manera que no fuera desde el interior, no podría comentar las canciones en sí, sólo podría hablar de su significado para mí. Y tampoco de esta manera me atrevería, no sé que podría yo decir de “Pasaba por aquí”, de “Rosas en el mar”,de “Aleluya”, de “Las cuatro y diez”, de “A por el mar”, de “Queda la música”, o de “Anda”, y como podría explicar el sentido de canciones como “De paso” o “No te desnudes todavía”, “Siento que te estoy perdiendo” y “De alguna manera” o “Al Alba”, sin olvidarme de “Mira que eres canalla”.

En ellas vive un tiempo inolvidable para todos los que conocimos las canciones de Aute y las incorporamos a nuestras vidas. Y aunque esté escribiendo sobre ellas, estas canciones no son para comentarlas, son para escucharlas y para sentirlas; creo que aquellos que las conocen me darán la razón. Luis Eduardo Aute es una figura fundamental en la Canción de Autor, y este disco que se reeditó en CD en 2002 es una pieza clave en su discografía.

Canciones del disco:


Te doy una canción
Rosas en el mar
Aleluya nº 1
Rojo sobre negro
Las cuatro y diez
Amor, te digo esta palabra
Recordándote
El ascensor
Paraules d' amor
A por el mar
Queda la música
Albanta
De paso
Al alba
Padre
A vivir
Anda
No te desnudes todavía
Libertad
De alguna manera
Pasaba por aquí
Para vivir
¡Mira que eres canalla!
Dentro
Siento que te estoy perdiendo
Anda suelto Satanás
Entre amigos


Mª Gracia Correa