sábado, 7 de julio de 2007

Olga Román 2

La parte aterciopelada de Joaquín Sabina tenía nombre de mujer: Olga Román. Y utilizo el imperfecto porque hace poco leí que el tandem Román-Sabina se decía hasta luego, después de 14 años. Década y media arropando al ronco de Úbeda en escenarios y discos como "Esta boca es mía", "19 días y 500 noches", "yo, me, mí, contigo" o "Nos sobran los motívos".
Con la música como leitmotiv fue también la voz coral de Luis Eduardo Aute (1983-1984) antes de su aventura americana y más recientemente y haciéndo honor a su versatilidad, de Fito y los Fitipaldis, Jorge Drexler, Extremoduro o Pablo Guerrero. Por añadir líneas a su currículum: es voz de cine en "El amor perjudica seriamente la salud" o "El principio de Arquímedes".
Sin embargo y más allá de ser la segunda voz por excelencia, Olga Román, con una asentada mayoría de edad musical re-cumplida, es Músico. Un gran músico.
Nos enfrentamos a una mujer creativa, una señora, una artista que ha sabido destacar cuando ha tenido que hacerlo y mantenerse en un segundo plano, tan discreta ella, cuando las circunstancias así lo escribían. Quizás por eso y por el gran talento que riega sus dos disco: "Vueltas y vueltas" (2001), con preciosos temas que afloran de lo profundo del corazón a la lágrima (que con pudor ocultamos), y "Olga Román2", editado en 2005, donde revalida como compositora junto a Juan Uría... se convierte en una artista que debe brillar con luces de neón para que no nos pase desapercibida.
En este segundo disco, con dos ciudades en su carnet de identidad: Madrid y Buenos Aires, descubrimos un corazón, el tuyo o quizás el mío, quien sabe, que muere y resurge con fuerza de las cenizas. Bellas melodías de pop, jazz, toques de blues y aromas brasileños (esos que tanto le gustan) con los narra el proceso de recuperación de un corazón roto que con el tiempo como medicina imprescidible... se hace fuerte, se asoma a la vida y finalmente se cura.
En "Olga Román2" además encontramos dos antojos de su autora: Jorge Drexler y Carmen París. Dice Olga: "Las dos aportaciones han sido maravillosas y han hecho crecer las dos canciones. Son dos artistas que me gustan mucho y a los que admiro y respeto".
Debo reconocer, si se me permite esta licencia, que las dos canciones corales me encantan: es la suavidad del uruguayo Drexler vs. la fuerza de la mañica Carmen París, ¿qué más se puede pedir?. Será debilidad personal.
El disco es una producción ejecutiva de Olga Román para "Vueltas y vueltas, producciones", y se puede conseguir a través de su página web y con suerte en Fnac.
Os dejo este rosario con once misterios.

1. la cuestión
2. brindis
3. como si nada
4. ahora ya vez
5. apareces (con Jorge Drexler)
6. eso y todo lo contrario
7. un día particular
8. era el mar
9. me asomo (con Carmen París)
10. dime por qué
11. otro tiempo llegó

De Olga se pueden decir muchas cosas, pero quién mejor que Sabina que tantos años la compartió con nosotros:

¿Olga Román? Pregúntale a cualquiera
que no venere el cielo de su boca
de su desván, pomelo con caderas
del dulce desconsuelo que provoca.

Cuando en plazas de toros imposibles
pega su voz a mi como una lapa
sus coros rompen techos y fusibles
y el don de su despecho se destapa.

Su bola de cristal llena de dientes
es un peligro para las morenas
tontas de la ton tómbola amarilla.

¿Olga Román? No ejerzo de vidente
pero poned su charme en las antenas
y yo estaré apludiendo de rodillas.

3 comentarios:

Romano dijo...

Tuve la suerte de estar en la presentacion de este disco en Buenos Aires,increible,,,,

Faramar dijo...

Deliciosa Olga en directo ¿verdad? lástima que pasen cuatro años entre disco y disco. Le gustarán los guisos a fuego lento...

Romano dijo...

jejeje,,,y ahora que ya habra sido madre en estos dias anda a saber lo que tardara en sacar el proximo,,,

saludos desde Bs As