martes, 19 de junio de 2007
Carlos Montero- Lo mejor de Carlos Montero
Hace un par de semanas se presentó el tercero de los libros “…Y la palabra se hizo música. La canción de autor en España”, de Fernando González Lucini, dedicado en este caso a aquellos cantautores que, aún habiendo nacido en Latinoamérica, tuvieron una importancia decisiva en los creadores españoles del género. En el texto, se hace especial referencia, como es de suponer, a aquellos que viajaron a España, por motivos bien políticos o de intentar hacer una carrera en nuestro país, o mezclados ambos.
Estudia Lucini en el libro la obra de cantautores como Claudina y Alberto Ganbino, Quintín Cabrera, Rafael Amor, Carlos Montero, Olga Manzano y Manuel Picón, Alberto Cortez, Indio Juan, Pony Micharvegas, Omar Berruti, Gonzalo Reig y algunos más, que siendo originalmente de Argentina, Chile o Uruguay desarrollaron su carrera en España. Coincidieron los presentadores del libro en la SGAE, que esta edición es un acto “de justicia”, porque viene a reconocer el carácter español de estos cantautores, que desde que llegaron se integraron en lo que se estaba haciendo aquí, participaron en conciertos conjuntos, cantaron, colaboraron y compusieron con artistas españoles y, en definitiva, son parte integrante de la canción española.
Un acto de justicia, además, porque si el olvido de los poderes públicos, mediáticos e industriales fueron en ciertos momentos crueles con los cantautores españoles, lo fueron aún más con los procedentes del otro lado del Atlántico. A ellos se les negó el pan y la sal y en los últimos años se han visto sometidos a un doble extrañamiento: el de los países de los que proceden y de los que tuvieron que emigrar o exiliarse porque les perseguían como ciudadanos, y el del país en que se integraron como una parte más de su cultura, que les ha rechazado como artistas.
Por eso es para mí un acto de respeto, admiración, justicia y cariño escribir en esta página, dedicada a los cantautores españoles, de uno de ellos, quizás uno de los más destacados creadores que ha dado la música latinoamericana en nuestro país. Se trata de Carlos Montero, cuyos trabajos alrededor del tanto constituyen una refundación del género original, revolucionaria y de una calidad absoluta.
Nacido en Buenos aires en 1938, Juan Carlos Zamboni, verdadero nombre de Carlos Montero, estudió guitarra clásica y se integró desde niño en el mundo del folklore argentino. Llegó a Europa en 1959 formando parte de una compañía folklórica en la que también estaba Alberto Cortez, y en 1964 se instaló en España. Desde my pronto se integró en la música española como arreglista e instrumentista en discos de Aute (entre ellos esa obra maestra que es “24 canciones breves”), Mari Trini, Adolfo Celdrán, Patxi Andión, Luis Pastor, Pablo Guerrero, Carlos Cano, Gontzal Mendibil y muchos más.
Su trabajo creativo propio lo inició en 1961 con el disco “De la huella” (Movieplay), todavía en el terreno del folklore, donde cantó temas compuestos sobre textos del excelente poeta argentino, también residente en España, José Alberto Santiago y uno de Patxi Andión. Tras dos discos del mismo estilo, ambos excelentes, como el primero, en 1973 grabó “Tangos a mi manera” (Movieplay), que supuso una auténtica revolución en el tango, por desgracia sin apenas trascendencia en el género y sin discípulos, que bien merece considerarse como lo más importante sucedido en la música porteña desde la aparición de Astor Piázzola.
Si el bandoneonista hizo avanzar el tango mediante una evolución formal y musical marcada por el acercamiento al jazz y a ciertas expresiones de la música clásica, el camino tomado por Montero fue distinto. Él decidió fijar la vista en el tango clásico, de finales de los años 20 a los 50, fundamentalmente, para hacer una relectura radical desde el parámetro de la canción de autor. Es decir, convirtiendo ese “pensamiento triste que se baila”, que dijera Discépolo, en una especie de “pensamiento profundo que se escucha”. Para ello, Carlos Montero, sacó a primera línea las letras del tango, que –pese a la grandeza de sus cantantes-- habían estado escondidas bajo la preponderancia de los arreglos orquestales, y mostró a quien quiso oirlo la perfección de sus estructuras, la belleza de sus metáforas, la sabia utilización del lenguaje popular, la profundidad de los sentimientos que narran, la hondura de los personajes que retratan y el concepto del mundo y la vida que expresan.
Además, la desnudez de la guitarra que utiliza habitualmente como único acompañamiento, aunque también haya introducido a veces saxos o bandoneones en alguno de sus discos, no es, contra lo que podría parecer, una limitación musical. Carlos Montero es tan excelente guitarrista, que en sus manos el instrumento (toca una guitarra especial de ocho cuerdas y una caja algo mayor de lo habitual que se hizo fabricar especialmente) es capaz de conjugarse perfectamente con las letras para extraer y acentuar todas sus posibilidades expresivas. Así, puede marcar las armonías, puntear las melodías o establecer contratiempo y diálogos musicales que alcanzan una categoría artística poco común.
Se podría recomendar cualquier de la casi una decena de discos que ha dedicado a dar su propia “manera” a los tangos, reinventándolos en cada ocasión, pero para muestra vale un botón y bien está escuchar “Lo mejor de Carlos Montero”, que el sello de RNE publicó en el año 2000.
CANCIONES
1.- CAMBALACHE (Enrique Santos Discépolo)
2.- EN ESTA TARDE GRIS (José Mª Contursi / Mariano Mores)
3.- EL DÍA QUE ME QUIERAS (Alfredo le Pera /Carlos Gardel)
4.- INFAMIA (Enrique Santos Discépolo)
5.- MALENA (Homero Manzi /Lucio Demare)
6.- MADRESELVAS (C. Amadori /Francisco Canaro)
7.- QUIERO VERTE UNA VEZ MÁS (José Mª Contursi /Mario Canaro)
8.- GARUA (Enrique Cadícamo / Anibal Troilo)
9.- EL CORAZÓN AL SUR (Amalia Blázquez)
10.- MELODÍA DE ARRABAL (Alfredo Le Pera –Mario Batistella /Carlos Gardel)
11.- MARIA (Catulo Castillo /Anibal Troilo)
12.- CRISTAL (José Mª Contursi / Mariano Mores)
13.- SUR (Homero Manzi / Anibal Troilo)
14.- NOSTALGIAS (Enrique Cadícamo /Juan C. Cobían)
15.- LA ÚLTIMA CURDA (Cátulo Castillo /Anibal Troilo)
16.- ¿QUÉ VACHACHÉ? (Enrique Santos Discépolo)
17.- NINGUNA (Fernández Siro / Homero Manzi)
18.- AL MUNDO LE FALTA UN TORNILLO (Enrique Cadícamo / José M. Aguilar)
El disco no tiene desperdicio, como todos los suyos, pero son especialmente recomendables algunas obras maestras del género, como “El día que me quieras”, “Malena”, “Garúa”, “Sur”, “Nostalgias”, “La última curda” o “¿Qué vachaché?”. Es decir, casi todas, porque no quiero cerrar esta recomendación sin destacar los dos tangos que abren y cierran la grabación: “Cambalache” y “Al mundo el falta un tornillo”, cuya situación en el CD son ya una declaración de principios. Se trata, quizás de los dos tangos que mejor expresan una crítica dura y descarnada a la sociedad en la que se hicieron, a finales de los años 20, y que, pese a la distancia, siguen siendo de una actualidad dolorosa.
Desde el “Qué el mundo fue y será una porquería / ya lo sé… / en el quinientos seis / y en el dos mil también…”, con que empieza “Cambalache”, hasta ese “…Al mundo le falta un tornillo, / que venga un mecánico / pa’ ver si lo puede arreglar”, que cierra el disco, está toda la filosofía vital y toda la belleza de un género, el tango, y las de un artista, Carlos Montero, argentino y también español. Reivindiquémoslo como nuestro, que saldremos ganando.
Antonio Gómez
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3 comentarios:
Muy buenos los tangos "a su manera" de don Carlos Montero.
Pero esta recopilación sólo incluye lo mejor de lo publicado en el sello RNE.
Mucho de lo mejor de este artista se encuentra en el disco "Y sigo con los tangos", editado por otro sello. Ahí podemos degustar versiones magníficas de "Yira, yira", "Sólo se quiere una vez", "Esta noche me emborracho", "Uno, "Afiches", "Maquillaje", "Setenta balcones", etc. Todo ello magistral.
Hola, alguna página para saber sobre próximos conciertos de Carlos Montero en Madrid ???
Gracias MIL por esta biografia. He buscado por anhos informacion sobre este musico, para mi el mejor colaborador que jamas tuvo Aute, creador de unos arreglos inteligentes, absolutamente originales y geniales. Enhorabuena.
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