Tengo bien reciente un concierto –por fin- al que acabo de ir para ver en directo, en la sala Segundo Jazz, a Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. Lo cierto es que pasé gran parte de la velada en un estado, medio de ensoñación, medio alucinatorio y no precisamente por las cervezas que me había tomado, sino porque me parecía mentira que aquello se estuviera produciendo, ahí, delante de mi, los cuatro CRAG, tan cerquita y tan sonrientes, rodeados de gente que se sabía todas sus canciones. En fin, un encantador sueño cumplido que disfruté muchísimo, acompañado de mis buenos amigos Chema Lara y Víctor Alfaro…
Pero como este blog es de reseñas de discos no voy a comentar el concierto, sino uno de sus discos, que aunque es de 1985, se trata realmente del último que grabaron juntos los cuatro. El año anterior se grabó el segundo, siendo el primero "Señora Azul", el gran mito. El que hoy nos ocupa tiene por título precisamente "CRAG 1985" como el año en que se grabó, siendo producido por el propio cuarteto y José A. Alvarez Alija, con un sonido muy acorde con los años en que se grabó, con percusiones electrónicas, programaciones, sintetizadores etc pero también con pianos y guitarras de las de siempre.
01.- Necesito tenerte
02.- Le recomiendo
03.- Elizabeth
04.- Nada que ocultar
05.- Igual que una noria
06.- Rafa
07.- Espejito mágico
08.- ¿Dónde estás?
09.- Culpable
10.- 1985: los blues
Así a bote pronto diré que, pese a lo angelical de sus melodías, y pese a lo suave y elegante de sus voces, el contenido es lo que hoy decimos políticamente incorrecto. Ja, ja, ja, que tíos, algún diablillo burlón debió de inspirarles estas maravillosas canciones. La primera es una bonita canción de amor con aires muy pop, pero la segunda, por ejemplo, es una invitación al adulterio, así, sin tapujos.
"Le recomiendo echarse al aire una cana,
Seguir viviendo, sin esperar a mañana;
Y no le importe el típico vituperio.
Cambie el rumbo: ¿ha probado el adulterio?"
La tercera constituye un canto a la eutanasia en toda regla; a la eutanasia y a la libertad de elegir el propio destino. La cuarta, una comprensiva declaración de apoyo hacia la homosexualidad... la sexta habla de un personaje peculiar que encima es un cantautor sin futuro, ja ja, estos CRAG no dejan de sorprenderme. Un par de canciones dedicadas a la soledad y después una dedicada a un ser humano absolutamente marginal, de esos que viven intensamente el día a día en las infernales subculturas, o mejor dicho -infraculturas- de las drogadicciones. Y por último, y no por ello menos interesante, que diría un anglo, un blues dedicado a un mediocre perdedor con tendencias suicidas (o al menos esa es mi lectura de la letra).
Increíble muestrario de figuras periféricas y a veces excéntricas de esas que pululan por nuestra vida y nuestra sociedad y a las que la mayoría de las veces no prestamos la atención que se merecen. Chapeau! Maestros, amigos de CRAG, chapeau! Os deseo que sigáis como siempre, dándole vueltas a la cotidianeidad, a nuestro día a día "igual que una noria". Y por favor, ¡grabad más discos!!!!.
abuineitor